martes, 30 de abril de 2019

¡Y salió el sol!


Luego de 30 capítulos en la oscuridad, salió el sol en la telenovela de Walther Negrão, Suzana Pires y Júlio Fischer.

Llena de mezclas imposibles, la receta de Sol naciente, entre la pizza y el suchi, no levantaba ni echándole levadura.

Italianos, japoneses, caiçaras, roqueros y motociclistas, todos en un clima de forzada exaltación, pujando emoción, donde sólo había tedio, fueron reunidos en un solo [y poco probable] espacio en que primaba lo artificial y la falta de carisma.

Para colmo, el 90% de las parejas estaban equivocadas, empezando por la central, que 30 episodios después sigue sin ser perfecta, pero ya no irrita.

Muchos blancos y pocas flechas. Mucho cálculo y nada de pasión.

Así podían definirse los objetivos y el arsenal del trío de escritores en que, sin duda alguna, destacaba el veterano Walther Negrão.

Después de unos 80 de glorias (Derecho de amar, Fiera radical y Top model), y algunos éxitos en los 90 (Tropicaliente y Érase una vez), Negrão ya no era el mismo.

En los 2000, no hizo más que repetirse, poniendo sobre la mesa platos viejos y recalentados.

Como una ola, Flor del Caribe & Sol naciente las hijas bastardas de Tropicaliente
En su inicio Sol naciente presentó por los menos tres niveles de falsedad:

el del ambiente, el de las relaciones humanas y el de la falsificaciones expresas (como el caso de Tanaka, un occidental pasando por asiático).

Los pies forzados llevaban a soluciones inauditas como declararlo hijo de una madama Butterfly* del siglo XX o convertir a Alicia en adoptada. Porque japonesa ella ¡tampoco da!

Las 'errantes' - idilio negro junto a la Reina de las aguas
Malabares hicieron para que Mario pudiera ser su amigo, a pesar del abismo de la edad y que ella circulara - con naturalidad - en una comunidad en evidente desventaja social.

Laura Cardoso, grande entre las grandes, no estaba en forma. Aracy Babalabanian, otra dama de la escena, era caricatura de sí misma.

¿Qué decir de un Francisco Cuoco que nunca ha sido realmente bueno o galanes de más reciente zafra como Henri Castelli o el propio Gagliasso?

Madame Butterfly: ¿la mamá de Tanaka?
Caritas (en particular de la Antonelli)/risitas/remilgos familiares/desayunos/cenas/actitudes pseudo-cool (del ala joven) con su toque de rebeldía comportamental/ 'buena vibra'/ actitudes 'modernas'/ poca intriga le echaron más sal a la herida.

Lo único orgánico era el conflicto padre/hija que protagonizaron Milena y Vittorio, dos de los personajes más logrados de la serie.

Pero todo cambió. Quitaron una novela y pusieron otra.

Tras la explosión Sol naciente literalmente se disparó.

Los amigos del blog me lo habían dicho: la historia mejora. Se vuelve un thriller razonable.

Aun así me quedaba la duda. Los ecos que venían de Brasil no eran nada halagüeños.

Los números subían, pero el daño ya estaba hecho. La mala fama es como un virus. Contamina y mata. Las críticas hacían coro y hoy percibo que no eran completamente justas.

La explosión de los barcos el 'terremoto' de Sol naciente
La intervención de Silvio de Abreu, el papa de la escritura global, fue un tiro.

Cual hábil repostero, supo poner los condimentos necesarios y darle forma a este pan mal amasado...

A veces pasa que la novela tiene potencial, pero demora en cuajar. Lo que tampoco es bueno.

Aquí hubo que hacer una histroria 'nueva'.

Se fue la intriga 'mafiosa', el amor de opuestos (raciales y psicológicos) Ralf/Hiroi.

Se acentuó la relación Vittorio-Lenita (con probada química, tanto que fueron marido y mujer).

Se pusieron en función todos los resortes del culebrón:

Las parejas cruzadas, el ama a quien ya te amó y ya no te ama más... o el te quiero, pero no te puedo amar. Por sólo mencionar algunos.

¡La química es la química!
Especialmente hábil fue la escalonada evolución de la línea Milena/Vittorio/Lenita y del triángulo Dora/Tiago/Yumi con todos sus momentos de psicología y melodrama.

Damasceno se encuadró bien en el núcleo japonés. Entre él y Mieko existe una notable calidez, que pone el 'peligro' por su jocosa propensión a Elisa que, a su vez, pierde el resuello con João.

Su 'experiencia' como detective sirve para calzar la muy vista trama policial. Y su 'humor' sazona las escenas.

Pesada como villana y actriz, Carolina perdió espacio. Marcos Frota, como se llame el personaje, no lo ganó. Espero.

Muchos escollos para este amor
Trajeron a una ajada Loreta que pasó de víctima a victimario y a pesar de no ser competencia para una Letícia Spiller, en la plenitud de su forma, dará guerra.

Tan bien que envejeció Letícia, tan mal que envejeció Cláudia
Sin embargo, la mejor carta ha sido el romance Milena/Ralf, cocinado en tiempo récord, pero con muchos sabor y habilidad.

De tal palo, tal astilla: pareja con química no obstante a su diferencia
En capítulos recientes, incluso le afeitaron la barba a Rafael Cardoso e hicieron énfasis en planos que lo hicieran lucir menos cadavérico. Debe haber salido en un grupo de discusión.

Hasta las premoniciones de Xica se han vuelto palatables.

Problemas operativos impidieron el retorno expedito de Laura Cardoso.

Lo que le dio una rarísima oportunidad a Rafael Zulu - un actor negro - de aparecer en un rol importante y poco convencional.

Espero la entrada de Modesta (Nívea Maria). Confío que ello diversificará más el tono de la intriga. Por ahora, de la mano de César, está demasiado violenta. Fuera del meloso canon de las seis.

¡Cómo se ve que quitaron la censura que impedía escenas de armas a esa hora!

Lo que sucede, conviene... sale Santita, entra João Amaro
No todo ha funcionado 'bien'. Ya lo dije arriba: la intriga policial y las falsas culpas ya se han visto demasiado.

Parece que ya los buenos no son tan bobos y los malos no siempre ganan, pero al menos a mí todo esto me fatiga. Incluso, cuando el comisario se viene espabilando.

Aun no está claro ¿cuál es el papel del capitán francés? (ni porque insisten en darle papeles al actor).

Tan largo como el remojo de Loreta, fue el de Sirlene, cuya dilatada aparición debía traer un bombazo y, sin embargo, tras su accidente volvió a ser mera figurante.

Todavía nos falta la mitad de la novela ¿se redimirá por completo o volverá al marasmo? sólo lo puede decir quien la haya visto. Si eres de ellos, deja tu comentario... ¡será bienvenido!

Antón Vélez Bichkov ©

*Madama Butterfly es una ópera de Giacomo Puccini que narra el trágico amor entre una japonesa y un soldado americano. Como los padres de Tanaka.

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