martes, 11 de junio de 2019

A dona do pedaço - el pastel de Walcyr Carrasco


En la Globo, todos se esmeran en el capítulo de estreno y A dona do pedaço no es la excepción.

Con la misión de romper la maldición sobre el rating que lanzó la equívoca y sombría O sétimo guardião, el debut de la nueva obra de Walcyr Carrasco no podía ser más adecuado.

El lirismo de la imagen, casi onírica, la calidez de las relaciones prueban una pericia técnico-artística que no nos cansamos de recalcar.

Sobre todo cuando a nivel mundial la telenovela ha crecido en visualidad y en menor medida en contenido, pero la producción brasileña sigue varios pasos adelante. 

El autor sabe que lo que viene es plomo (literalmente), por ello en los primeros minutos de emisión nos dibuja - apoyado, claro está, en las artes de la dirección - los múltiples rostros de la ternura.


Ello prueba que un guionista es algo más que un escribidor de diálogos o un perfilador de esbozos que luego ganarán vida en manos de un director.

Es alguien que sabe conjurar bien los elementos narrativos y psicológicos para obtener una reacción. 

Justamente, un repostero que sabe combinar la receta para el deleite de su audiencia.

Cuando el repostero es bueno, la receta sale.

Cuando no... la levadura no funciona y la tarta se desinfla.

Y Carrasco, con todos los lastres de su texto pobre y la casi descarada falta de originalidad, le sabe al oficio del melodrama. 

Obvio, como he dicho en otras ocasiones, sus guiones crecen gracias a la maquinaria de la empresa.

Usando los ropajes del cine de autor nos pasan gato por liebre y transforman una obra mediana desde el punto de vista de dramaturgia y libreto, en un producto 'de exportación'.

Con todo y eso, hay una inconsistencia estilística, notoria desde el principio mismo.


De la elegancia de una imagen casi pintada al óleo y de tomas en que predominan los colores serios, con una austeridad generalizada, pasamos a una abertura totalmente frívola, que responde en calidad y grado al tema de fondo (la repostería) y que es como un comercial de dulcería.

Para colmo sazonada con un samba común (vulgar diría yo), con una letra predecible sobre el poder del sacrificio y la superación personal y una orquestación al uso (por más que la Globo la pasara por su tamiz para ajustarla a su 'categoría').

El logotipo, perfilado en crema (foto), parece la identidad de un polvo de hornear de los años 50.

El propio nombre tiene una doble lectura: A dona do pedaço (genéricamente 'la que manda'), y la del 'pedazo de pastel'.


La causa, creo yo, es que A dona... es un pastelón gigante en que el dulcero ha metido no sólo todos los ingredientes que ha usado a lo largo de su carrera, sino los de los demás autores y estilos.

Los aires 'caipira' (campestres), el oeste 'caboclo' (ya visto en El otro lado del paraíso), Romeo y Julieta, Chocolate con pimienta, Vale todo, Verdades secretas...

Pasa por todo: por la criada que se vuelve rica (como Clara); seducida y abandonada; padre que no sabe de su hija; hija que rechaza a su madre...

Como Fátima (Vale todo), Josiane se avergüenza de su nombre por creerlo cursi.

La variación del momento es que Jô, como prefiere ser llamada, no hace evidente su desprecio y finge un amor por su progenitora.

Aunque por atrás le clave el puñal con Régis, su amante, a quien pretende enredar amorosamente con ésta para sacarle plata.

La propia heroína tiene un deje muy semejante a la Raquel de Regina Duarte que como ella se hace rica vendiendo comida.


Los primeros 25 minutos se van en suspiros y charlas. Luego la trama progresa...

Amadeo (Marcos Palmeira), salva a Maria da Paz (!) (Juliana Paes), que va a caballo directo al abismo; se enamoran y a pesar de las pugnas entre los dos bandos a los que pertenecen (dos clanes de pistoleros - justicieros según la jerga de la obra), logran sellar un pacto de no agresión y llegar al altar.

¡Pero, la vida está llena de recovecos y Amadeo recibe un tiro por la espalda impidiendo el matrimonio!


Juliana Paes (mucho mejor en esta primera etapa) y Marcos Palmeira (el único novato en este elenco de copia & pega), lucen obviamente mayores de la edad de sus personajes.

Ni la 'magia' de la técnica logra 'rejuvenecerlos' y lucen demasiado ajados

¿Sería más adecuado entrar con un elenco joven y cambiarlo en la siguiente fase?

No sabemos en qué se basó Amora Mautner y equipo para optar por esta variante.


Sucede aquí como en su novela anterior: no hay deseo de quiero más. Pero como ya conocemos su punto y su sazón, obviamente le seguiremos la pista.

Personalmente creo que para la historia que viene este apéndice era totalmente prescindible.

Es que no existe un nexo nítido e indispensable entre esta fase áspera y la fase amena de los pasteles e intrigas noveleras.

Esto acentúa el bache estilístico que mentamos líneas arriba.

Cierto que Carrasco siempre trabajó desde el universo rural tan íntimo al estado de São Paulo, mercado de referencia para la 'tarta' publicitaria.

Pero aquí, al asumir una gravedad a lo Benedito Ruy Barbosa, luce impostado, como quien imita - justamente a este autor, muy dado a ese tipo de relato agresivo, falsamente trascendente y progresista.

Al parecer, es la única violencia que el público está dispuesto a asumir: la violencia casi mitológica que nace de la dureza moral de la vida campestre.

O sea: que si disparan o matan es por honor, como en los viejos tiempos, no por mezquindad o pobreza.


Nuevamente, el texto es la principal piedra en el zapato de Carrasco.

No hay persona viva que sea capaz de decir un parlamento como el que citamos a continuación:

"Mi amigo, ya maté a mucha gente por encargo. Mira [para mis manos], sólo mato por necesidad porque necesitamos vivir. Pero tu caso es diferente. Dios sabe que no querría ensuciar mis manos de sangre si no es por encargo (...) Dios sabe que mis parientes y yo matamos con el corazón puro. Voy a tener que matarte".
Sencillamente, no es coherente con el perfil psicológico de quien lo profiere. Este es un matón. Un hombre seco que como dice 'mata por necesidad' (por dinero). No es filósofo, ni lleva tanta palabrería. El diálogo debía ser tan seco como el ambiente que retrata, no obstante a ser un diálogo de novela que se caracteriza siempre por un exceso verbal y emotivo.

Dicho en otras palabras: esta gente no habla así. Y lo más probable que ni hable. Punto.

La carnicería del primer capítulo encontrará ecos en los siguientes en que Fernanda Montenegro (la matriarca 'Dulce'), prueba la dureza de su carácter contrastante con su elocuente nombre.


La fase sigue así, 'dura', con asesinatos y giros bruscos, en medio de una estética de 'serie'.

La segunda, viene con mayor variedad temática, aunque con un evidente exceso de núcleos y personajes.

Cada subtrama es en sí una mini-novela, con su eje, su protagónico, su antagonista y caracteres secundarios.

Eso lleva a un nivel de confusión que, incluso los que estamos acostumbrados a seguir la multiplicidad de las novelas brasileñas, no nos permite hacernos la idea exacta de qué trata la historia.

Rastros de mentiras (Amor à vida) fue bastante 'depurada' para su exportación. Por ello, funcionó muy bien. Otro gallo cantaría si la dejaban tal cual se vio en Brasil. 

Nuevamente, esto tiene una causa práctica: la necesidad de darle cabida a tantas estrellas que no tendrían espacio en personajes de poca monta.

También, el deseo del autor de darle empleo a viejos amigos y eficientes actores.

Como dijimos en las redes A dona... es un un jumbo, un almacén de intérpretes y figuras, cuya enumeración aumentaría exponencialmente este comentario. 

Eso es tendencia vieja, que no siempre dio buenos resultados (vean las novelas de Glória Perez o Manoel Carlos).

Mezcla de estilos: novela rosa, con preludio de oeste criollo,y aires de cinema noir... aquí, el lado rural, bien estilizado
Vieja es también la receta de incluir la comida en el eje dramático. Está 'científicamente' probado que comida y novela son viejas amigas (como comenté un día).

Ello no sólo sirve para estimular las enzimas, sino para vender.

En Terra nostra se lanzó una línea de pastas y salsas, cuya popularidad fue impulsada por las múltiples referencias a la culinaria italiana que tenía.

La nieta aprende de la abuela el arte que la hará grande: hacer pasteles
Evidencias, famoso en América Latina por Ana Gabriel, pero compuesto por el brasileño José Augusto, sirve de tema de amor y es otro elemento anacrónico.

Ante el aire ríspido que domina en las primeras emisiones, la sacarina de Chitãozinho & Xororó está un poco fuera de lugar.

Por más que en la vida real, esta sea la banda sonora de la gente del campo (y más allá... no nos llamemos a engaño; el brasileño no logrado romper con su próximo pasado rural).


Pero esa parece ser la intención: una novela que dispare a todos los lados. Si da en la diana, sólo el tiempo dirá. A priori, hay que decir que en su tercer lunes llegó a los 37 puntos. Ocho más de lo que dio la antecesora en sus 27 semanas de horrores. Su estreno llegó a los 33. Viendo aquella y esta, se hace evidente la razón. Antón Vélez Bichkov)

Esta era la imagen que realmente pegaba con el título del material, pero como mismo hizo la dirección utilizamos la imagen más linda y elegante... lo dicho: ¡gato por liebre!
Creador y criatura (durante el lanzamiento de la trama)

3 comentarios:

  1. Walcyr é um escrito que se da bem em escrever novelas de época para as 18hs .não gostei de OOLDP e agora A Dona do Pedaço é uma novela que não faço questão de acompanhar .Novela ´Rasa´' os personagens não passa verdade .quando se acompanha uma novela como 'Por Amor' de Manoel Carlos e uma Novela do Walcyr pelo menos as das 9 dele . se nota uma grande diferença na qualidade de tudo o texto dele não ajuda nem com a melhor diretor da Globo. ele necessita de de reciclar aimpressão que passa é que ele usa o mesmo texto para todas as suas novelas só muda alguns diálogos.bom enfim autores novos estão por vir vamos aguardar.

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    Respuestas
    1. Vagner eu, pelo contrário, sim sigo a novela. Ontem não deu. Não publicaram o capítulo. Mas também não tô fascinado. Outro dia, num espaço do FB comentei:

      Perfeita de acordo à definição de Carlos Lombardi sobre a novela das 8:

      deve parecer um dramalhão, mas contado de uma forma leve.

      Nesse caso, apesar dos tiros e certos momentos de violência, a trama tá muito morna.

      Tem muito blá-blá-blá. As cenas são infinitas. Trabalham a ação por blocos. Coisa que era mais de AS e outros autores que têm exércitos de coadjuvantes.

      Por momentos parece que o Walcyr 'recebe' o 'espírito de GB', com aqueles diálogos de 'relação' e 'reflexão'. Só que ele não é GB! Convenhamos.

      A visualidade incoerente: uma abertura totalmente frívola, pra um conteúdo propositalmente dark. Visando, como disse acima, dar gato por lebre.

      A cenografia - horrível! O que é aquele hall onde rola toda a ação do núcleo da Maria?!

      E pra piorar parece que todos os personagens estão de luto! Quem morreu?

      Há quem diga que a telenovela brasileira.

      Até aqui a opinião.

      Mas eu não boto fé nos novos autores, sobretudo a tal Manuela que vem por aí...

      Vão colocar uma pessoa com pouca intimidade com a linguagem do folhetim nessa constante 'santificação' da telenovela por meio de introdução de elementos 'mais prestigiosos'.

      Posso estar me adiantando aos acontecimentos... porém acho que Amor de mãe não vai dar certo. Negando a telenovela a telenovela rara vez dá certo.

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  2. Concordo com a critica 'A Dona do Pedaço" ,sua cenografia é o menor dos problemas quando se tem uma trama tão Rasa como um Pires que não passa um minimo de verdade em minha opinião.

    Não acredito no sucesso de 'Amor de Mãe' a Autora vai acabar se perdendo no meio da Novela e vão acabar deixando pro Ricardo Linhares termina de escrever ou escrever em conjunto .apesar de eu não saber qual a diferença de Supervisionar ou escrever juntos.
    Deveriam testar as 18h primeiro como vai acontecer com Alessandra Poggi .


    Não Gosto de Gilberto Braga ,mais fiquei interessado na Novela das 18h que ele vai escrever com 100 capítulos apenas .ou será uma Novela da Denise Bandeira srsrrsrsrsrrs sempre tive a impressão que nada é dele . certeza que 'Força de um Desejo' era do Alcides Nogueira rsrsrrs

    novoluar já se sabe qual novela vai substituir 'Sol Nascente " em cuba ?

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