Por: Antón Vélez
Bichkov
Muchos preferirían
olvidarla. Tanto es que cumple aniversarios cerrados y estos pasan sin pena, ni
gloria. Para los otros es casi un mantra. Una frase mágica, cuya simple
invocación conjura el éxito, no importa la época, ni el enfoque. Brasilescopio rinde homenaje a esta radionovela que, con toda certeza, se puede considerar la 'madre espiritual' de todas la telenovelas y abuela de las brasileñas...
Parecía
una broma de 1º de abril. Pero no, era algo serio. Muy serio. El primer día de
abril del año 48 salía al aire el capítulo inicial de El derecho de nacer de
Félix B. Caignet, uno de los fenómenos de la comunicación más contundentes de
Cuba, América Latina y el mundo, que este domingo llega a los 70 años de su
estreno.
Muchos
preferirían olvidarla. Tanto es que cumple aniversarios cerrados y estos pasan
sin pena, ni gloria. Para los otros es casi un mantra. Una frase mágica, cuya
simple invocación conjura el éxito, no importa la época, ni el enfoque.
Lo más
gracioso es que no todos apostaban a este producto. RHC, líder del mercado,
vetó la historia. En CMQ, Goar Mestre (el dueño), la sometió al escrutinio de
Iris Dávila, que escribía entonces Divorciadas, el espacio que de lunes a
sábado abría a las 11:30 am el extenso bloque dramático la emisora.
En ese
entonces la CMQ emitía la friolera de ¡14 radionovelas! de 15 min. el capítulo,
intercaladas con dramatizados unitarios, aventuras, humorísticos, noticias y
otros espacios, cuya matriz aún pervive en nuestras programaciones radiales.
A Iris la
novela no le gustó. Le parecía muy subida de tono. Con lenguaje exacerbado.
Incluso, demasiado cursi. ¡Ya pueden imaginar cuánto en una época, que lo cursi
era norma!
Pero La novela
del aire de la Cadena azul hacía estragos, por ello la sacaron. A las 08:25 pm
en el programa Kresto en el Aire. Para más detalles en su segmento dramático
Vidas Pasionales. El detalle nos lo da la investigadora Mayra Cué.
La
antecedía a las 8 Cascabeles candado (lunes, miércoles, viernes y sábado). Otro
clásico de la difusión cubana. Martes y jueves, Sonrisas Colgate. Luego, a las
08:50, según la cartelera de Radio-Guía, venían las Noticias CMQ que,
patrocinadas por General motors, traían la información internacional.
El
argumento no era completamente original. Ya Moisés y Jesucristo, habían
sufrido, de bebés, una persecución implacable en la narrativa bíblica.
Por ende,
no era difícil penetrar en las entretelas emotivas de un público condicionado
por imaginario y formación a una trama truculenta y con virajes aparentemente
imposibles en la vida cotidiana.
Aun así,
había que calzar el lanzamiento. Una fuerte campaña antecedió a su estreno. El
foco fue el propio Félix, como sensible artesano de las emociones, y la
natalidad con el humanismo como temas claves de la obra.
También se
destacaba el elenco, encabezado por María Valero y Carlos Badía, una pareja del
momento en el medio radial (foto).
Sin
embargo, el debut de la Valero demoró más de lo normal. Su personaje, Isabel
Cristina, no entraría en la trama hasta pasados unos cinco meses, en los que
todo el protagonismo recayó en la ya paradigmática Mamá Dolores (Lupe Suárez) y
María Elena (Marta Casañas), que tras dar ‘un mal paso’, sufre la ira de su
padre, el inflexible y cruel don Rafael del Junco (José Goula), que ordena dar
cuenta de la criatura.
No es raro
de entender, pues más que capítulos, los episodios de El derecho... eran una o
dos escenas, eso sí muy contenciosas y llenas de vericuetos, que cubrían la
emisión.
Para tener
una idea, el preludio de la historia solo, tomó tres capítulos. Otros 17 le
tomaría a Don Rafael descubrir el 'pecado' de su hija. Unos cien que José Luis,
el mentor, conociera a Albertico. Y cien más que María Elena supiera que éste era
su hijo, cuando ¡finalmente! habló don Rafael.
Lupe Suárez y Jorge Mistral (1952) |
Mamá
Dolores se transformaría en la primera heroína negra de la radio en Cuba.
También el
prototipo de un personaje clave en toda novela que se respete: la 'mamina' que
si no nació con Félix, ganó con él una dimensión única.
Todo por
obra y gracia del carisma y humanidad de esta madre sustituta y del público que
la adora (contrario a la opinión de la jabonera Sabatés que tampoco la veía con
buenos ojos por creer que éste la rechazaría por el color de su piel).
Como obra
abierta, El derecho... se teje sobre la marcha y se alimenta del ansia popular.
El guión
diario no llega a Radiocentro nunca antes de las dos o tres de la tarde, nos
cuenta el autor Pablo Martin Sirven. Los actores, descubren las peripecias poco
antes de que éste salga al aire, no la semana previa como lo manda el contrato.
Goar Mestre se queja. Félix se justifica. Afirma que la musa no le responde,
cuando en realidad tan pronto la novela acaba, sale a las calles a oír el ‘clamor
popular’ para transformarlo en drama a la mañana siguiente.
El
silencio del villano – fruto de una desavenencia salarial entre el actor y los
dueños de la planta – y la muerte de su protagonista – otro accidente, pero
ésta vez de la vida real (cuando María Valero y el elenco van al Malecón a ver
el cometa que pasaría por la capital) – marcan el devenir de la historia y
quedan grabados en la memoria colectiva.
El 23 de
noviembre don Rafael sufre la apoplejía que lo vuelve testigo mudo del gran
secreto y causante de la mayor angustia mediática de la historia de Cuba.
Tres días
después, cerca de la cinco de la madrugada, la Valero se va de la vida en
muerte digna del más trepidante folletín: su chalina se enreda en la rueda de
un auto que le pasa por detrás y la lanza al pavimento, donde pierde el aliento
para siempre.
Josefa
Bracero, citando a Mirta Muñiz, testigo del hecho, desmitifica la versión de
Orlando Quiroga. Según la ex directiva, María murió atropellada por el carro.
Tocaba esa
noche el capítulo 200 que prestó sus micrófonos al velorio, en que Minín
Brujones ocupó su lugar en una escenificación escrita al efecto por el
debutante Enrique Núñez Rodríguez que ponía a dialogar a la difunta con la
sustituta.
Pero se
equivocan aquellos que apenas ven banalidad en sus libretos. El derecho… encaró,
desde el melodrama y su tiempo, la compleja situación sociopolítica, incluyendo
la droga, el aborto, la discriminación racial y la diferencia de clases.
Por voz de
Mama Dolores, Félix B. Caignet, recalcó su patriotismo: “Cuando Albertico sea
un hombre, Cuba habrá avanzado, será un país maravilloso, un país de libertad y
democracia, como lo soñaron Maceo, Céspedes y Martí” (cap. 92, pág. 166, Radio-Guía)
El derecho
de nacer cruzó el mar y los tiempos y ganó versiones en radio, en cine y
televisión. Dos en cine, catorce en televisión, incluyendo la cubana (nada
expresiva).
Cine:
México-Cuba – 1952 (incluyó a Lupe
Suárez, en el mismo rol, aunque ésta fuera blanca)
México – 1965
Televisión:
Cuba (CMQ – febrero-octubre 1958)
Puerto Rico (1959)
Ecuador (TeleTortuga, Canal 4 –
1961)
Perú
(Canal 4, Canal 9 – 1962)
Brasil
(TV Tupí – 1964, TV Paraná – 1966, TV Tupí – 1978, SBT – 2001)
Venezuela (RCTV – 1965)
México (TSM – 1966, Televisa –
1981, Televisa – 2001)
Elenco y equipo:
El elenco
original incluyó grandes estrellas del momento: Pilar Mata (Doña Clemencia), Xiomara Fernández (Graciela del Busto), Piry
Pérez (Ricardo), Nidia Sarol (Matildita del Castillo), Margarita Prieto (Amelita
Monte), Nenita Viera (Rosario Orozco), María Brenes (La Condesa del Monte),
Emilio del Mármol (Ramón), amén de Magali Boix, Lilia Lazo, Pedro Segarra,
Mercy Lara & Miguel Ángel Herrera en papeles secundarios.
Otros
nombres que conocimos mejor y entraron en los anales de la actuación cubana
también formaron parte del reparto y en roles clave: Idalberto Delgado (Don
Pepe Cabrera), Enrique Santiesteban (Jorge Luis Armenteros), Carlos Paulín
(Alfredo Martínez) y Alejandro Lugo (Bruno).
Luis López
Puente, le prestó su voz a los exaltados textos del narrador. Jorge Ignacio
Vaillant, de la agencia publicitaria Mestre y cía. fue el productor, mientras
que Emilio Medrano, como relata Mayra Cué, fue el director artístico general.
El locutor
del mensaje comercial era Fernando Núñez de Villavicencio y los técnicos de
sonido y efectos manuales fueron Delfín Fernández y Carlos Sosa.
Emisiones modernas:
En la
década del 80, por iniciativa de Oscar Luis López, que trabajó en el proyecto primigenio y conservaba los libretos, Radio Arte graba los 314 capítulos
originales, los cuales, sin embargo, no serían emitidos hasta los años 2000 en
Radio Metropolitana, CMKC, Radio Songo La Maya, Radio Sagua, Radio Ciudad Bandera y otras emisoras
locales.
La emisión
de Radio Rebelde, que conmemoraba un aniversario cerrado de la radio, no pasó
de un capítulo, el 15, creo, y se levantó – sin explicación – de la parilla.
Fotos: http://hojassdeprensa.blogspot.com
Muy buen artículo Anton!!! siempre un placer leer tus artículos, ya sea de cualquier índole o temática. Abz!
ResponderEliminar¡Gracias! ¡Tremenda sorpresa Maikel! ¡Muy bueno tenerte aquí!
EliminarDetalle curioso: el muchacho que aparece en la foto 3 ('Berto Lubert'), sería uno de los guionistas más prolíferos y profesionales de la radio cubana que mantuvo 55 años un programa humorístico único en el mundo: Alegrías de sobremesa. Se trataba de Alberto Luberta que fue copista de El derecho de nacer.
ResponderEliminarCuando yo tenía seis años, mi mamá cerraba la puerta y escuchaba la radionovela en muy bajo volumen porque era un tema prohibido para una niña. Ahora a mis más de 70 me gustaría conocer el texto al menos de uno o dos capítulos. Podrían indicarme cómo puedo conseguir uno de esos famosos libretos radiales.? Mil gracias.
ResponderEliminar¡Buff, eso sería casi imposible! A menos que pudiera encontrar alguna de las revistas que mencionamos arriba. Ahí, aunque sin las órdenes técnicas, está el contenido de los episodios, con sus diálogos.
EliminarInteresante
ResponderEliminar¡Gracias!
Eliminar