Camino de piedras: Antonio Fagundes (parte 1)

La última biografía del mes tiene como protagonista al estimado Antonio Fagundes, actor multifacético que realizó innumerables trabajos a lo largo de su vida tanto en la televisión como en el teatro y el cine. Actualmente, en la pantalla argentina estamos disfrutando del trabajo de este extraordinario actor en una de las producciones más conocidas de Benedito Ruy Barbosa: El rey del ganado (1996). Antes de comenzar un recorrido por su trabajo en la televisión, hagamos un breve recuento de algunos de sus datos personales. Antônio da Silva Fagundes Filho nació en Río de Janeiro un 18 de abril de 1949. Contando apenas con ocho años de edad, junto a su familia, se mudó a São Paulo. Su primer trabajo en el terreno de la actuación fue a los catorce años, en el colegio Río Branco con la obra A ceia dos cardeais: “Un profesor de portugués, medio loco, resolvió modificar la estructura de la clase –en la época, eso era bastante revolucionario– y, en vez de estar explicando versos alejandrinos, dio una pieza de teatro en versos alejandrinos para que representemos.” cuenta el actor en una entrevista realizada por Carla Siqueira, Mariana Torres y Sílvia Fiuza para Memória Globo.

El actor carioca tuvo sus primeros contactos con la televisión a través de pequeñas participaciones en los teleteatros de la TV cultura. Su primer trabajo fue Nenhum homem é Deus (1969) de la TV Tupi. A esta telenovela le siguieron otros éxitos del mismo canal en los años setenta, tenemos como ejemplo un par de reconocidos títulos en la teledramaturgia brasileña: Mulheres de areia (1972) de Ivani Ribeiro y O machão (1973) de la misma autora con la colaboración de Sérgio Jockyman. La trama de esta última fue basada en La Fierecilla domada de William Shakespeare. Antonio interpretó el protagonista, Petruchio, encargado de dominar o mejor dicho, domar, a una mujer de un carácter poco convencional para los años 20’. Considerada por el actor carioca como una de las novelas más graciosas y coloridas que formó parte en su amplia trayectoria. Vale la pena mencionar que también fue una de las producciones más largas en la televisión brasileña, tuvo en total una duración de 365 capítulos.

Asimismo, después de los éxitos en la extinta red televisiva TV Tupi y por algunos conflictos con el contrato, el actor carioca salió para hacer otros trabajos en teatro y cine. Fue llamado por la Rede Globo numerosas veces hasta que en 1976 se integró al elenco de Saramandaia, novela de realismo fantástico escrita por Dias Gomes. En plena época de represión por la dictadura, la producción tuvo mucho éxito, considerada graciosa y, a su vez, con mucho contenido simbólico. En la ciudad donde se desarrolla la trama sucedían hechos extraordinarios: el personaje de Antônio, Lua, tenía un hijo que había nacido con alas. Al final de la trama él simboliza la libertad volando alrededor de toda la ciudad, deseo popular que transmitía el autor de manera implícita a través de la novela por causa del sangriento gobierno militar.

Uno de los éxitos más reconocidos de nuestro actor a investigar es su trabajo en la novela Dancin’ Days (1978) de Gilberto Braga. La primera novela de las ocho que el actor hizo y, a su vez, la primera trama que el autor escribió sin colaboradores. Su papel, central en la telenovela, era un diplomático, Cacá, muchacho lleno de complejos y problemas psicológicos como casi todos los personajes masculinos de Gilberto Braga. A su vez, el protagonista era romántico y muy culto: hacía numerosas citaciones y estaba perdidamente enamorado de la mocinha de la historia: Júlia (Sônia Braga).

En el último año de la década del 70’, Fagundes protagonizó la serie semanal Carga Pesada junto a Stênio Garcia. Ambos representaban un par de camioneros, Antônio fue Pedro, un sujeto extrovertido, gracioso y, a su vez, algo irascible. Ahora bien, hace pocos años –del 2003 al 2007–, el mismo par volvió a la televisión retomando las aventuras de esta dupla. Con respecto a la primera versión, Antonio comentó: “Era una serie que tocaba los hombres, porque eran aventuras, eran carreteros; tocaba los niños, por causa del camino; y a las mujeres también, porque tenía un apelo romántico. Quiero decir, tocaba a todo el público. Los autores llegaron a abordar temas importantes, como el trabajo esclavizado, reforma agraria, todas esas cosas.”

Otro de los personajes importantes en la carrera del actor fue Ivan Meireles de Vale Tudo (1988), novela de Gilberto Braga con la colaboración de Aguinaldo Silva. La trama da cuenta de algunas pequeñas corrupciones en la vida cotidiana que pueden convertirse en algo mayor. La honesta Raquel (Regina Duarte) inicia una relación con Ivan pero este termina casándose con la hija de la villana: Helena Roitman. Odete, considerada una de las mayores antagonistas en el imaginario común de Brasil, vivirá en pie de guerra con Raquel inventando cualquier tipo de artimañas para separarlos.

Nuevamente, en 1991, el actor carioca formó parte de una producción escrita por Gilberto Braga: O dono do mundo. Esta vez, su papel fue completamente diferente a lo que acostumbraba, ya no era el mocinho de la historia o el sujeto jocoso que el público adoraba sino un gran villano, el cirujano plástico Felipe Barreto. Al principio de la historia, Felipe, aun casado, desea a la virginal Márcia (Malu Mader) y hará de todo por saciar sus deseos. Sin embargo, a pesar de sus constantes canalladas, a lo largo de la trama, por causa de la tímida y dulce Márcia, su personaje evoluciona convirtiéndose en un médico bueno y desprendido que recorre los barrios suburbanos para brindar ayuda a los desposeídos. Fue elegida como mejor novela por la APCA.

Una de las novelas más queridas y conmovedoras de Benedito Ruy Barbosa fue Renacer (1993) en la que Antonio Fagundes desempeñó uno de los papeles más marcantes en su carrera artística: el coronel José Inocêncio. En la trama, José estaba profundamente enamorado de su esposa, María Santa (Patrícia França), con la que tuvo cuatro hijos, lamentablemente el último ocasionó la muerte de su madre durante el parto. Por causa de ello, el padre desenvuelve una relación de odio con el hijo que conducirá todos los hilos de la trama. La redención será al final de la historia cuando José agonizante en su lecho de muerte le pide perdón a su hijo y un abrazo, la escena fue considerada una de las más emocionantes en el desarrollo de la novela. Fagundes ya había comentado esa escena antes de realizar la novela junto a Benedito y recuerda que: “Él me contó la última escena y terminamos los dos a los llantos, en el restaurante, porque era una escena deslumbrante. Me dan escalofríos hasta hoy de recordarlo. Yo dije: “Por el amor de Dios, yo quiero hacer esa novela de cualquier forma”. Realmente, quedé con esa escena en la cabeza toda la novela.”

Los próximos trabajos significativos del actor carioca fueron El rey del ganado (1996), Terra Nostra (1999), Puerto de los milagros (2001) y Dos caras (2007) que serán analizadas en la segunda parte de este breve recorrido biográfico.




Fuentes: Memória Globo
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