No sé si llamarlo ‘estilo’ o ‘modus operandi’, pero Telefé volvió a cancelar una novela brasileña, luego de varias semanas al aire. La víctima de esta ocasión es Passione, que venía penando en las tardes del canal argentino por la desleal competencia de los culebrones del Canal 9 y las variedades del 13.
Su audiencia no era muy inferior a la de "El fantasma de Elena". Sin embargo, la producción latina sigue viento en popa y a toda vela, mientras que Passione pasó ‘a mejor vida’. Podría darse con un canto en el pecho, si fuera exilada a las mañanas de domingo (tal como pasó con Belíssima o India), pero parece que Telefé no busca el éxito propio, sino boicotear el ajeno.
Otra explicación no tiene que haga lo mismo con casi todas las novelas globales que exhibe últimamente. La que no termina desangrada, por todas las cirugías y cortes, sencillamente muere antes de los dos meses de un tiro a quemarropa.
Mientras tanto, el Canal 9, se quedaba con las migajas que deja Televisión Federal... transmitiendo obras de las 6 y las 7.
Cierto que Passione no es de las mejores, pero tampoco tan aburrida como para no captar a una audiencia digna. Un horario mejor, como el que otrora ocupaban las historias de Walcyr Carrasco en el canal de la competencia, quizás repotenciara los productos.
En Brasil, enseguida los medios sensacionalistas anunciaron que Telefé cambiaba la novela de Silvio de Abreu por una trama mexicana (lo cual no es cierto). En Argentina, los fans, no por acostumbrados, dejan de sentir la natural irritación de quien se siente irrespetado...