La Globo vive la etapa de las vacas flacas. Después de una década en el paraíso de las grandes audiencias, hace ya tres novelas (deberíamos decir 6, pues todos los horarios están en crisis), la Venus Platinada, como se conoce irónicamente a la emisora de los Marinho, experimenta una franca incapacidad de capitalizar la preferencia del público.
Algunos apuntan a la competencia de la emergente Red Record que, después de décadas de mediocridad, saltó hacia posiciones ventajosas, gracias a su su manía mimética de copiar hasta el más insignificante detalle de la competencia. Quizás lo guiones de sus novelas no sean maravillosos, pero junto a su producción recuerdan, en mucho, los mejores años de la emisora del Jardín Botánico. Otros buscan justificar la deserción significativa del público por el cambio de hábitos, competencia de otros medios (Internet fundamentalmente) y hastío ante tanta profusión novelera.
Paradójico, pero quizás el mejor momento en años para la industria del folletín, parece haber provocado saturación. A las tradicionales Novela de las Seis, de las Siete y de las Ocho de la Globo, se sumaron las tres de la Record, una en la Bandeirantes, sin contar los novelones mexicanos del SBT y su ineficaz producción propia. Hoy incluso, Pantanal, en repris por el circuito de Silvio Santos, da la pelea, 18 años después de su estreno y 2 ó 3, repeticiones por la extinta Manchete, que fue la que la produjo.
Sin embargo, el caos, tan acentuado por la prensa desafecta, que aunque mama de los éxitos de la mayor red de América Latina y según muchos todavía la cuarta del planeta, parece ser más una realidad mediática, que fáctica, pues aunque la proporción cayó, el número de espectadores sigue en los mismos niveles, al menos en las capitales São Paulo y Rio, los dos mercados de referencia, que por esas injusticias de la geografía, parecen suplantar al resto del país si de medir el éxito se trata.
No importa que en Rio Grande del Sur o en Ceará A Favorita, actual Novela de las Ocho (nueve en realidad) esté marcando muy bien, por encima de los 50 puntos; incluso que en Belo Horizonte, una plaza en que a pesar del liderazgo la Globo siempre tuvo resultados austeros**** la novela que estrena a João Emanoel Carneiro en el llamado ‘horário nobre’ (estelar) logra buena acogida entre los mineiros. (****un exitazo como Da cor do pecado, allá marcaba 48 puntos, cuando en Río y Porto Alegre, su audiencia era de 51 y la novela de las ocho, Celebridade también con gran repercusión en las dos ciudades anteriores apenas conseguía el 41% de toda la población, contra número siempre superiores a los 50 en los mercados más importantes).
El sensacionalismo de ver a la Globo ‘arrasada’ – 38 puntos, obviamente no es el ideal para el horario central de la emisora – parece importar más que el hecho de ser fieles a la verdad. Y aquí cabría una pregunta ¿y qué verdad es esa? El gusto es un hecho abstracto – aunque con consecuencias concretas – que difícilmente se pueda medir, a no ser por las opciones que éste determine. Según comentarios, muchos parecen preferir A Favorita, sin embargo los ratings no lo reflejan. Ahora, aunque el hecho estético y su repercusión puedan no ser absolutos, la matemática, sí.
Es eso lo que nos han enseñado siempre... así que demos un paseíto por el mundo de las cifras a ver si, en realidad, el número de espectadores, ha caído tan radicalmente o es lo que nos quieren hacer creer aquellos que, rogodeándose en el presunto fracaso del inamobible monopolio global, proclaman con bombos y platillos el fin de su hegemonía.
Si en enero de 1995 43 puntos equivalían a 1,714,000 domicilios en la Gran São Paulo (la capital y sus alrededores), casi diez años más tarde, en enero de 2004, la misma cifra comprendía 2,145,000 domicilios y un total de 3,517,000 espectadores.
Las mediciones son de períodos idénticos 23/01/95 a 29/01/95 y 19/01/04 a 25/01/04 y se refieren a dos obras de Gilberto Braga Pátria Minha y Celebridade.
Es decir que aunque en términos de Ibope, Celebridade marcara la misma puntuación que Pátria Minha, alcanzababa 431,000 hogares más que una su colega de una década anterior.
Recordemos que SP es el principal centro de medición Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística, pues es ahí donde se concrentra el mayor número de peoplemeters (700, si no me equivoco), los aparatitos que las familias, por contrato firmado al efecto, acceden colocar en sus televisores, para así poder contabilizar los ratings.
Aunque parezca desproporcionado que una ciudad de más de 17 millones de personas, apenas cuente con 700 contadores de audiencia y que esos hablen por un contingente tan grande, los métodos estadísticos permiten sacar el promedio de la megalópolis, sin hacer una medición general en la urbe, todo a partir de estas muestras – no siempre definitorias, pero siempre secretas, para evitar presiones sobre el público.
Hoy A Favorita fluctúa entre los 36-38 puntos, lo cual es visto como sumamente insatisfactorios por directivos y fans. Sin embargo un simple ejercicio de superpocición de datos nos da que el número de personas que ven la novela es superior al de una docena de años atrás.
Los 34 puntos alcanzados en SP, en la semana 24 del presente año 2008, superan en 203,000 hogares los 43, número invertido, que logró Pátria Minha en enero de 1995.
Siete semanas antes, en el mismo espacio Duas Caras, también considerada un fracaso en términos de espectadores, logró ya en su fase más gloriosa, 44 puntos en SP o lo que es lo mismo 2,420,000 hogares y 3,653,000 espectadores sintonizados. Sólo un punto de diferencia, pero con un alcance sustantivamente mayor.
Con cinco puntos de más (49) el exitazo Senhora do destino, también de Aguinaldo Silva, lograba concentrar la atención de 4,060,000 personas en 2,444,000 hogares paulistanos en la semana del 13 al 19 de diciembre de 2004.
Una simple cuenta nos dice que hay sólo 24,000 hogares y 407 mil espectadores más, si la comparamos la popular historia de Maria do Carmo con la débil trama de Maria Paula.
Seguir citando cifras, sería abrumarlos. Además, obvio que todo esto requiere de un ojo más profesional, que no tengo, lo confieso. No obstante, no hay que ser graduado en estadísticas para darse cuenta que aunque la proporción haya decaído (pues los 34 puntos se refieren al 34% del total de habitantes de São Paulo), en número absolutos las tramas de la Globo continúan cautivando a igual o mayor número de personas.
También hay un claro indicio de incremento habitacional, pues en 1995 1,714,000 millones de domicilios representaban un 43% del total de SP y hoy 1,917,000 son sólo el 34%.
No es menos cierto que luego de una crisis de ‘fin de siglo’, causada por las penurias de Por amor, Torre de Babel y Suave veneno, la Globo se recuperó y para mediados de la década volvió a los momentos de esplendor de décadas pasadas. Y eso aumenta el contraste.
Casi todas las novelas, justificadamente o no, se sobrepusieron a los 45 puntos de promedio general y en sus doce semanas finales brillaron con números superiores a los 50 puntos de audiencia.
En media Terra Nostra dio 45 puntos; Laços de família, 46; Porto dos Milagres, 46; O Clone, 47; Esperança, 38 (la excepción de la década, por ser un producto oportunista y sin originalidad alguna); Mulheres apaixonadas, 46; Celebridade, 46; Senhora do destino, 50; América, 49,4; Belíssima, 48,5; hasta que finalmente Páginas da vida, que comenzó con entusiasmos inusitados, se desinfló por el camino como le sucedió a la trama más vendida de Benedito Ruy Barbosa (Terra...) por sus intolerables barrigas y constantes blá-blá-blá.
Como quiera que sea, gracias a sus excelentes números de las semanas iniciales, Páginas... cerró con una audiencia alta: 46,8 puntos, casi 47. Ya su sucesora, Paraíso tropical, que heredó el horario en baja y auyentó a los espectadores con una cruda temática y una estética bastante dark, logró la proeza de unicarse en 42,8 puntos, muy a pesar de su bajísimo puntaje inicial. Duas Caras, sólo consiguió 41 puntos.
A Favorita, parece repetir la historia de otra colega suya. Paradójicamente, vuelve Pantanal a la palestra, al tiempo que se acusa a la Globo de poca osadía y de haberse estancado en su propio estilo, sin darle aires de frescura, como sucedió en 1990 cuando otro autor de las siete pasaba al horario central y se equivocaba de tono en su narración.
En su momento Rainha da sucata, fue acusada de ser conservadora y nada novedosa. Para los críticos Pantanal, emitida por la Manchete, era un ejemplo de lo contrario.
Lo cierto fue que Sílvio de Abreu, habituado más a la comedia del horario juvenil donde se formó y mejores desempeños tuvo, en el inicio, hizo más hincapié en la parte humorística y ligera de su telenovela, cuando todo folletín de las Ocho, exige seriedad y trascedencia.
Acostumbrado a una proporción 60/40 cuando de comedia y drama se habla, de Abreu tuvo que invertir la distribución temática y cambiar las risas por el llanto, presionado por las bajas audiencias.
Carneiro, parece ser víctima de idéntica tendencia, aún y cuando no tenga ni la mitad de las manías de su colega, que durante los 80 fue rey de las comedias de las Siete. El autor de Central do Brasil, sintió el sabor del éxito con Da cor do pecado y Cobras & Lagartos, sazonadas, justamente, con humor y cierto grado de superficialidad temática, inaceptables en el horario noble.
A Favorita, además, viene marcada por la ambigüedad y quizás ahí esté su gran defecto.
Contrario a Dancin’Days, el folletín que en 1978 estrenó a Gilberto Braga en el horario central y que a partir de un planteamiento semejante – la madre, ex presidiaria que lucha por recuperar a su hija, usurpada por una millonaria rica e inescrupulosa – sí se volvió manía nacional desde el primer momento, A Favorita, no pone los puntos sobre las ‘íes’ y navega en el barco de la duda:
¿quién de las dos es la culpable del crimen que le imputaron a Flora? ¿Fue justa su prisión? ¿Merece recuperar su lugar en la vida? Esto parece ser su carta de novedad. No hay una villana definida, pues como en la vida, no hay ni blanco, ni negro, sólo los matices intermedios...
Pero al gran público, los vaivenes y el constante intercambio de acusaciones, como hubiera sucedido en la situación cotidiana, lo desconcierta y en vez de estimularles el sentido detectivesco que los impulse a desvendar el misterio y seguir el transcurso de los episodios con avidez, los asusta y aleja. Es muy complicado y no hay por quien compadecerse.
Janete Clair, la Maga de las Ocho, aconsejaba a su pupilo Braga, mandar a la protagonista al cepo, cuando las simpatías no la favorecieran. El sufrimiento es un factor catalizador en las preferencias colectivas. Pero si al público no se le indica, claramente, quién de las dos es la sufrida (o ‘la favorita’), pues es harto difícil que ellos pierdan su tiempo determinándolo.
Otros factores se apuntan como causas de tales descalabros, entre ellos la huida de las clases D y E hacia las tramas de la Record, más lineales y menos pretenciosas, la instauración de una ‘democracia televisiva’, en que la lucha tendrá que ser entre iguales y no entre elefantes y hormiguitas o la fealdad del galán de turno (Carmo dalla Vecchia).
Sin embargo, aunque parezca inverosímil, me atrevo a decir que, el factor ‘realización’ debe haber influido en la forma en que la gran masa percibe las nuevas novelas de la Globo.
No es casual que la última campeona de las Ocho haya sido Páginas da vida, trama con un estilo visual azucarado, grato y pletórico de colores alegres y vivos.
Para la Globo la HD (alta definición por sus siglas en inglés) vino acompañada de una estética próxima a los seriados policíacos norteamericanos, que sin duda toleran mejor la abundancia de grises y negros, así como de ambientes poco glamorosos.
Mientras la Record ha acentuado al máximo la satisfacción audiovisual, que va desde las presentaciones, rostros, escenografías, vestuarios, colores y banda sonora, la Globo se ha sumergido en el s. XXI, pero con una estética más próxima a Nueva York y su CSI, que a la exigencia de sus gentes y sus paisajes.
La presentación de A Favorita, es sencillamente desagradable y cuando se viene a ver cumple una pobre funsión, pues contrario a las aperturas de otrora, sólo entra allá por el minuto 10 de la telenovela, incumpliendo con su papel principal, que es identificar la trama, decir: “Oiga, ya empezó A Favorita”.
Esta práctica se instauró a principios de la década y rompió con un estilo consolidado, que bien valdría la pena rescatar. Curioso es, que en Brasil la emisora dejara de exhibir sus ‘escenas del próximo capítulo’ al final de cada episodio y empezara a hacerlo en las versiones internacionales de sus novelas. Nada, son razones, que el corazón no entiende...
Según anuncios de los nuevos ejecutivos de la Central Globo de Producción, ya no habrá una secuencia determinada entre los autores y las tramas serán escogidas por su apelativo y calidad. Aunque no siempre se cumplió al 100%, a lo largo de su historia la Globo siguió un esquema que establecía un orden de entrada para los autores. La tendencia se acentuó en los tres últimos lustros y la que le tocaba asumir la batuta era a Glória Perez.
Con sus Caminhos das Índias, ella debe traer el glamour de vuelta a las pantallas globales. Sin embargo, después de ver los castigos que la le impusó la masa a Benedito Ruy Barbosa y a Manoel Carlos, por repetirse sin creatividad, ni piedad alguna, nada excluye, que la autora de O Clone, vea su costosa producción exótica naufragar en las aguas de la indiferencia, víctima de su propia incapacidad de reciclarse o del deseo de imponer patrones, que, ante la mirada de la nueva década, claman a gritos por una renovación...
Ahora, el problema es determinar ¿qué renovación sería esa...? La pregunta queda en el aire... y el futuro de la Globo, también.
Algunos apuntan a la competencia de la emergente Red Record que, después de décadas de mediocridad, saltó hacia posiciones ventajosas, gracias a su su manía mimética de copiar hasta el más insignificante detalle de la competencia. Quizás lo guiones de sus novelas no sean maravillosos, pero junto a su producción recuerdan, en mucho, los mejores años de la emisora del Jardín Botánico. Otros buscan justificar la deserción significativa del público por el cambio de hábitos, competencia de otros medios (Internet fundamentalmente) y hastío ante tanta profusión novelera.
Paradójico, pero quizás el mejor momento en años para la industria del folletín, parece haber provocado saturación. A las tradicionales Novela de las Seis, de las Siete y de las Ocho de la Globo, se sumaron las tres de la Record, una en la Bandeirantes, sin contar los novelones mexicanos del SBT y su ineficaz producción propia. Hoy incluso, Pantanal, en repris por el circuito de Silvio Santos, da la pelea, 18 años después de su estreno y 2 ó 3, repeticiones por la extinta Manchete, que fue la que la produjo.
Sin embargo, el caos, tan acentuado por la prensa desafecta, que aunque mama de los éxitos de la mayor red de América Latina y según muchos todavía la cuarta del planeta, parece ser más una realidad mediática, que fáctica, pues aunque la proporción cayó, el número de espectadores sigue en los mismos niveles, al menos en las capitales São Paulo y Rio, los dos mercados de referencia, que por esas injusticias de la geografía, parecen suplantar al resto del país si de medir el éxito se trata.
No importa que en Rio Grande del Sur o en Ceará A Favorita, actual Novela de las Ocho (nueve en realidad) esté marcando muy bien, por encima de los 50 puntos; incluso que en Belo Horizonte, una plaza en que a pesar del liderazgo la Globo siempre tuvo resultados austeros**** la novela que estrena a João Emanoel Carneiro en el llamado ‘horário nobre’ (estelar) logra buena acogida entre los mineiros. (****un exitazo como Da cor do pecado, allá marcaba 48 puntos, cuando en Río y Porto Alegre, su audiencia era de 51 y la novela de las ocho, Celebridade también con gran repercusión en las dos ciudades anteriores apenas conseguía el 41% de toda la población, contra número siempre superiores a los 50 en los mercados más importantes).
El sensacionalismo de ver a la Globo ‘arrasada’ – 38 puntos, obviamente no es el ideal para el horario central de la emisora – parece importar más que el hecho de ser fieles a la verdad. Y aquí cabría una pregunta ¿y qué verdad es esa? El gusto es un hecho abstracto – aunque con consecuencias concretas – que difícilmente se pueda medir, a no ser por las opciones que éste determine. Según comentarios, muchos parecen preferir A Favorita, sin embargo los ratings no lo reflejan. Ahora, aunque el hecho estético y su repercusión puedan no ser absolutos, la matemática, sí.
Es eso lo que nos han enseñado siempre... así que demos un paseíto por el mundo de las cifras a ver si, en realidad, el número de espectadores, ha caído tan radicalmente o es lo que nos quieren hacer creer aquellos que, rogodeándose en el presunto fracaso del inamobible monopolio global, proclaman con bombos y platillos el fin de su hegemonía.
Si en enero de 1995 43 puntos equivalían a 1,714,000 domicilios en la Gran São Paulo (la capital y sus alrededores), casi diez años más tarde, en enero de 2004, la misma cifra comprendía 2,145,000 domicilios y un total de 3,517,000 espectadores.
Las mediciones son de períodos idénticos 23/01/95 a 29/01/95 y 19/01/04 a 25/01/04 y se refieren a dos obras de Gilberto Braga Pátria Minha y Celebridade.
Es decir que aunque en términos de Ibope, Celebridade marcara la misma puntuación que Pátria Minha, alcanzababa 431,000 hogares más que una su colega de una década anterior.
Recordemos que SP es el principal centro de medición Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística, pues es ahí donde se concrentra el mayor número de peoplemeters (700, si no me equivoco), los aparatitos que las familias, por contrato firmado al efecto, acceden colocar en sus televisores, para así poder contabilizar los ratings.
Aunque parezca desproporcionado que una ciudad de más de 17 millones de personas, apenas cuente con 700 contadores de audiencia y que esos hablen por un contingente tan grande, los métodos estadísticos permiten sacar el promedio de la megalópolis, sin hacer una medición general en la urbe, todo a partir de estas muestras – no siempre definitorias, pero siempre secretas, para evitar presiones sobre el público.
Hoy A Favorita fluctúa entre los 36-38 puntos, lo cual es visto como sumamente insatisfactorios por directivos y fans. Sin embargo un simple ejercicio de superpocición de datos nos da que el número de personas que ven la novela es superior al de una docena de años atrás.
Los 34 puntos alcanzados en SP, en la semana 24 del presente año 2008, superan en 203,000 hogares los 43, número invertido, que logró Pátria Minha en enero de 1995.
Siete semanas antes, en el mismo espacio Duas Caras, también considerada un fracaso en términos de espectadores, logró ya en su fase más gloriosa, 44 puntos en SP o lo que es lo mismo 2,420,000 hogares y 3,653,000 espectadores sintonizados. Sólo un punto de diferencia, pero con un alcance sustantivamente mayor.
Con cinco puntos de más (49) el exitazo Senhora do destino, también de Aguinaldo Silva, lograba concentrar la atención de 4,060,000 personas en 2,444,000 hogares paulistanos en la semana del 13 al 19 de diciembre de 2004.
Una simple cuenta nos dice que hay sólo 24,000 hogares y 407 mil espectadores más, si la comparamos la popular historia de Maria do Carmo con la débil trama de Maria Paula.
Seguir citando cifras, sería abrumarlos. Además, obvio que todo esto requiere de un ojo más profesional, que no tengo, lo confieso. No obstante, no hay que ser graduado en estadísticas para darse cuenta que aunque la proporción haya decaído (pues los 34 puntos se refieren al 34% del total de habitantes de São Paulo), en número absolutos las tramas de la Globo continúan cautivando a igual o mayor número de personas.
También hay un claro indicio de incremento habitacional, pues en 1995 1,714,000 millones de domicilios representaban un 43% del total de SP y hoy 1,917,000 son sólo el 34%.
No es menos cierto que luego de una crisis de ‘fin de siglo’, causada por las penurias de Por amor, Torre de Babel y Suave veneno, la Globo se recuperó y para mediados de la década volvió a los momentos de esplendor de décadas pasadas. Y eso aumenta el contraste.
Casi todas las novelas, justificadamente o no, se sobrepusieron a los 45 puntos de promedio general y en sus doce semanas finales brillaron con números superiores a los 50 puntos de audiencia.
En media Terra Nostra dio 45 puntos; Laços de família, 46; Porto dos Milagres, 46; O Clone, 47; Esperança, 38 (la excepción de la década, por ser un producto oportunista y sin originalidad alguna); Mulheres apaixonadas, 46; Celebridade, 46; Senhora do destino, 50; América, 49,4; Belíssima, 48,5; hasta que finalmente Páginas da vida, que comenzó con entusiasmos inusitados, se desinfló por el camino como le sucedió a la trama más vendida de Benedito Ruy Barbosa (Terra...) por sus intolerables barrigas y constantes blá-blá-blá.
Como quiera que sea, gracias a sus excelentes números de las semanas iniciales, Páginas... cerró con una audiencia alta: 46,8 puntos, casi 47. Ya su sucesora, Paraíso tropical, que heredó el horario en baja y auyentó a los espectadores con una cruda temática y una estética bastante dark, logró la proeza de unicarse en 42,8 puntos, muy a pesar de su bajísimo puntaje inicial. Duas Caras, sólo consiguió 41 puntos.
A Favorita, parece repetir la historia de otra colega suya. Paradójicamente, vuelve Pantanal a la palestra, al tiempo que se acusa a la Globo de poca osadía y de haberse estancado en su propio estilo, sin darle aires de frescura, como sucedió en 1990 cuando otro autor de las siete pasaba al horario central y se equivocaba de tono en su narración.
En su momento Rainha da sucata, fue acusada de ser conservadora y nada novedosa. Para los críticos Pantanal, emitida por la Manchete, era un ejemplo de lo contrario.
Lo cierto fue que Sílvio de Abreu, habituado más a la comedia del horario juvenil donde se formó y mejores desempeños tuvo, en el inicio, hizo más hincapié en la parte humorística y ligera de su telenovela, cuando todo folletín de las Ocho, exige seriedad y trascedencia.
Acostumbrado a una proporción 60/40 cuando de comedia y drama se habla, de Abreu tuvo que invertir la distribución temática y cambiar las risas por el llanto, presionado por las bajas audiencias.
Carneiro, parece ser víctima de idéntica tendencia, aún y cuando no tenga ni la mitad de las manías de su colega, que durante los 80 fue rey de las comedias de las Siete. El autor de Central do Brasil, sintió el sabor del éxito con Da cor do pecado y Cobras & Lagartos, sazonadas, justamente, con humor y cierto grado de superficialidad temática, inaceptables en el horario noble.
A Favorita, además, viene marcada por la ambigüedad y quizás ahí esté su gran defecto.
Contrario a Dancin’Days, el folletín que en 1978 estrenó a Gilberto Braga en el horario central y que a partir de un planteamiento semejante – la madre, ex presidiaria que lucha por recuperar a su hija, usurpada por una millonaria rica e inescrupulosa – sí se volvió manía nacional desde el primer momento, A Favorita, no pone los puntos sobre las ‘íes’ y navega en el barco de la duda:
¿quién de las dos es la culpable del crimen que le imputaron a Flora? ¿Fue justa su prisión? ¿Merece recuperar su lugar en la vida? Esto parece ser su carta de novedad. No hay una villana definida, pues como en la vida, no hay ni blanco, ni negro, sólo los matices intermedios...
Pero al gran público, los vaivenes y el constante intercambio de acusaciones, como hubiera sucedido en la situación cotidiana, lo desconcierta y en vez de estimularles el sentido detectivesco que los impulse a desvendar el misterio y seguir el transcurso de los episodios con avidez, los asusta y aleja. Es muy complicado y no hay por quien compadecerse.
Janete Clair, la Maga de las Ocho, aconsejaba a su pupilo Braga, mandar a la protagonista al cepo, cuando las simpatías no la favorecieran. El sufrimiento es un factor catalizador en las preferencias colectivas. Pero si al público no se le indica, claramente, quién de las dos es la sufrida (o ‘la favorita’), pues es harto difícil que ellos pierdan su tiempo determinándolo.
Otros factores se apuntan como causas de tales descalabros, entre ellos la huida de las clases D y E hacia las tramas de la Record, más lineales y menos pretenciosas, la instauración de una ‘democracia televisiva’, en que la lucha tendrá que ser entre iguales y no entre elefantes y hormiguitas o la fealdad del galán de turno (Carmo dalla Vecchia).
Sin embargo, aunque parezca inverosímil, me atrevo a decir que, el factor ‘realización’ debe haber influido en la forma en que la gran masa percibe las nuevas novelas de la Globo.
No es casual que la última campeona de las Ocho haya sido Páginas da vida, trama con un estilo visual azucarado, grato y pletórico de colores alegres y vivos.
Para la Globo la HD (alta definición por sus siglas en inglés) vino acompañada de una estética próxima a los seriados policíacos norteamericanos, que sin duda toleran mejor la abundancia de grises y negros, así como de ambientes poco glamorosos.
Mientras la Record ha acentuado al máximo la satisfacción audiovisual, que va desde las presentaciones, rostros, escenografías, vestuarios, colores y banda sonora, la Globo se ha sumergido en el s. XXI, pero con una estética más próxima a Nueva York y su CSI, que a la exigencia de sus gentes y sus paisajes.
La presentación de A Favorita, es sencillamente desagradable y cuando se viene a ver cumple una pobre funsión, pues contrario a las aperturas de otrora, sólo entra allá por el minuto 10 de la telenovela, incumpliendo con su papel principal, que es identificar la trama, decir: “Oiga, ya empezó A Favorita”.
Esta práctica se instauró a principios de la década y rompió con un estilo consolidado, que bien valdría la pena rescatar. Curioso es, que en Brasil la emisora dejara de exhibir sus ‘escenas del próximo capítulo’ al final de cada episodio y empezara a hacerlo en las versiones internacionales de sus novelas. Nada, son razones, que el corazón no entiende...
Según anuncios de los nuevos ejecutivos de la Central Globo de Producción, ya no habrá una secuencia determinada entre los autores y las tramas serán escogidas por su apelativo y calidad. Aunque no siempre se cumplió al 100%, a lo largo de su historia la Globo siguió un esquema que establecía un orden de entrada para los autores. La tendencia se acentuó en los tres últimos lustros y la que le tocaba asumir la batuta era a Glória Perez.
Con sus Caminhos das Índias, ella debe traer el glamour de vuelta a las pantallas globales. Sin embargo, después de ver los castigos que la le impusó la masa a Benedito Ruy Barbosa y a Manoel Carlos, por repetirse sin creatividad, ni piedad alguna, nada excluye, que la autora de O Clone, vea su costosa producción exótica naufragar en las aguas de la indiferencia, víctima de su propia incapacidad de reciclarse o del deseo de imponer patrones, que, ante la mirada de la nueva década, claman a gritos por una renovación...
Ahora, el problema es determinar ¿qué renovación sería esa...? La pregunta queda en el aire... y el futuro de la Globo, también.
Hola! Ahora yo veo es Página del destino y es buenísima otro día me pasare a buscar los Soundtrack de esta novela... Saludos
ResponderEliminarexcelente articulo, felicitaciones.
ResponderEliminarestoy de acuerdo con muchas cosas, no con todas. (menos en lo de la apertura de A Favorita, que me parece estupenda)
claramente las bajas de rating son una tendencia mundial. y es imparable, nada se puede hacer frente a eso. además, cuánta gente está siguiendo las novelas por internet (youtube, los resúmenes online de globo.com)? cada vez es menos necesario someterse a la dictadura de los horarios: simplemente ves la novela en el horario que te acomoda, o si no tuviste tiempo durante la semana ves los 6 capitulos de corrido el fin de semana. o sabes que con un resumen basta porque la función de la telenovela es acompañar y no exige una atención completa, del modo que lo haría una serie como Lost o CSI.
la bifurcación de estilo es lo mejor que puede hacer Globo ante la arremetida de Record, y viceversa. Globo ya asumió que ellos vinieron por su cuota de mercado y la ganaron. Dudo que crezcan más de lo que han logrado ahora. Globo tiene años de tradición y construcción de marca, los autores y actores de más prestigio son fieles a la empresa y los recursos que tienen no los tendrá Record ni de aqui a 20 años. La presunta oscuridad de las últimas novelas Globo es una apuesta por la calidad a nivel internacional: cuando la mayoria de las industrias latinoamericanas de prestigio (Argentina, Mexico) ponen sus mejores cartas en series de suspenso y acción de alto voltaje audiovisual y -al menos lo intentan- narrativo, en desmedro del género telenovela, Globo está aquí recordándonos que son ellos los padres del género y los que van por delante, linterna en mano, indicándole el camino a los que van detrás.
Me alegro de la decisión de "libre competencia entre autores". Creo que en Globo están conscientes de que el promedio de edad de sus autores premium es muy alto y hay que renovar, y es natural que cuando los creativos envejecen tienden a ponerse conservadores, entonces ahi entran los Carneiro, los Walcyr Carrasco quizás (tiene méritos para subir a las 8). La única manera de seguir valorizando el imperio es la renovación, y eso no es sólo de estética, ni siquiera de evolución de autores: a veces simplemente hay que incluir sangre nueva, gente que haya nacido viendo tele , que esté a la altura de un público que a estas alturas, es televisivamente más culto que muchos ejecutivos o autores de la vieja escuela.
Fabuloso artículo... yo también estoy de acuerdo en muchas cosas y hasta hubiera querido publicarlas pero no lo habría logrado con tanta limpieza y exactitud.
ResponderEliminarJanete Clair, la Maga de las Ocho, aconsejaba a su pupilo Braga, mandar a la protagonista al cepo, cuando las simpatías no la favorecieran. El sufrimiento es un factor catalizador en las preferencias colectivas. Pero si al público no se le indica, claramente, quién de las dos es la sufrida (o ‘la favorita’)
Es curioso. Si bien lo que decís es cierto, en "A favorita" pasa algo similar con una de las protagonistas y el rating subió al tope de los 40 puntos.
Desde un principio fue notorio la preferencia de una inmensa parte del público seguidor de la novela hacia el personaje de Flora. El personaje de Claudia Raia resultó chocante para muchos y justamente ahora que el autor convirtió a Donatela en "la sufrida" (víctima de numerosos complots), los números de la novela crecieron.
Para la Globo la HD (alta definición por sus siglas en inglés) vino acompañada de una estética próxima a los seriados policíacos norteamericanos, que sin duda toleran mejor la abundancia de grises y negros
Si me habrá costado acostumbrarme en "Duas caras"...
Pero, entonces, ¿no hay renovación? Globo está incluyendo nuevos autores, cambiando la estética y rompiendo con los estereotipos con tramas como "Duas caras" que presentan una pareja romántica pervertida y una historia poco convencional, o la misma "A favorita" que juega mezclando los roles de 'la villana' y 'la moziña'. Tal vez no haya funcionado de la mejor manera (por los motivos mencionados: internet y los guiones de Record que requieren de menos capacidad analítica, o hasta Pantanal), pero el género global está sufriendo grandes cambios.
Lo extraño es que frente a esta "competencia de autores", las próximas novelas de las 8 serán de autores que han dejado el horario por muy corto tiempo. Y a la vez me asusta por el hecho de que no siempre los autores de mayores picos de rating son los que uno prefiere. Nótese Manoel Carlos que es moneda corriente en Brasil e internacionalmente y sus tramas son cada día más desinfladas (en lo subjetivo de mis gustos).
Olá! Sou brasileiro (desculpem-me por não escrever em espanhol,é que não domino totalmente o idioma)
ResponderEliminarPrimeiramente gostaria de dizer que estou muito feliz por encontrar este site,pois gosto de saber a opinião de pessoas de outros países sobre nossas novelas, e é bom ver que vocês compartilham da mesma paixão pelas novelas brasileiras.O artigo é muito interessante,porém não vou comentá-lo agora,quero comentar somente sobre a novela 'A favorita'.
Bem, para mim esta novela está simplesmente ótima,tem uma história dinâmica e envolvente, há também humor,suspense,romance,etc.Achei muito interessante a dúvida que existia no início,sobre qual das duas (Flora e Donatela) seria a verdadeira assassina,pois isso despertava na gente um espírito de detetive.
O capítulo de ontem quando foi revelado que a assassina era a Flora foi excelente,quase cinematográfico,deu um rumo totalmente diferente à história,é como se agora começasse uma outra novela.Todos os atores estão interpretando de maneira fabulosa,sobretudo Patricia Pilar (Flora), e Mariana Ximenes (Clara).Creio que ainda teremos grandes surpresas com esta novela,tomara que ela faça sucesso no Brasil e também em muitos outros países,e que todos vocês também gostem!
Abraços!
El capítulo de la revelación de la asesina fue simplemente sensacional, como dice betto: cinematográfico.
ResponderEliminarDe verdad subestimé esta novela al principio pero se ha mostrado una chispa de vanguardia dramatúrgica importante con el trabajo de todo el equipo. La ambigüedad se resolvió con todos los fundamentos que el autor no supo dar a los cambios en los personajes de "Cobras & lagartos" y llamó al espectador a introducirse en la historia para reflexionar sobre la verdad y la mentira en un mundo cada vez más lleno de incertidumbres.
Esto es innovación. Y creo que es en realidad el tradicionalismo del público lo que ha restado audiencia a las últimas novelas.
me encanto el ritmo del capitulo clave de esta primera fase de la favorita. ya venia gustando de la novela desde antes pero ayer fue lo maximo, es bueno romper con lo tradicional y asi fue esta vez. patricia pillar estuvo de premio, tambien lo ha estado claudia raia, la cual veo en la favorita y hace una 2 actuaciones distintas totalmente, a pesar de q muchos no creeen en sus facultades. hasta caua reymond esta sensacional en su papel, lleno de matices. espero que la originalidad de esta novela no cambie y que lo de los ratings bajos no la perjudique textualmente.
ResponderEliminartony