Ojo dramaturgo: Manoel Carlos (parte 2)

Embajador mediático de la zona sur de Rio de Janeiro, Manoel Carlos regresa a este espacio titulado Ojo dramaturgo en el que, en esta ocasión, relembraremos más de sus creaciones. A continuación, la segunda parte del especial dedicado al autor de una "realidad color de rosa" que continúa acumulando adeptos tanto en Brasil como en distintos países alrededor del globo.

Lazos de familia, por muchos años una de las telenovelas brasileras más vistas en el exterior, fue la obra de Maneco que en el año 2000 ocupó la franja más importante de la televisión brasilera: el horario estelar de la Rede Globo. La sensual Vera Fischer, por su parte, interpretó a la primera Helena del siglo XXI, una madre que, como su antecesora (personaje de Regina
Duarte en Por amor), sacrificó el amor de su vida para resguardar los lazos familiares. Además, esta madre incondicional se embarazó de un hombre a quien ya no amaba para salvar la vida de su hija con leucemia. El drama de Camila, la joven vivida por Carolina Dieckmann, conmocionó al mundo y despertó la polémica sobre los trasplantes de médula. Para crear la espina dorsal de la novela, su autor cuenta haberse inspirado de una nota periodística de 1990. La trama de otro personaje de destaque en la novela, una madre soltera que se prostituye para sustentar a su hijo y dar un buen nivel de vida a sus padres, también salió de entre las páginas de los periódicos. De esta forma, Maneco utilizó datos reales para construir la base de una historia que no deja de lado los clásicos elementos de un folletín. Además, como no podía ser de otra manera, la producción fue ambientada en Leblon, el barrio carioca en el que su autor vive hace más de 30 años y donde tiene lugar la mayor parte de sus historias.

Para Manoel Carlos la opinión de su público es importantísima. Por lo que, además, de mantenerse obediente a los índices de audiencia, recorre cada día las calles de su vecindario para conversar con las personas y oir lo que tienen para decir sobre sus personajes. Quizás sea este el motivo de que su tan mencionado realismo se aproxime más a la realidad del sector social al que pertenece que a la del Brasil en su generalidad. No obstante, esta característica no impidió que Lazos de familia atrapara a millones de espectadores de todo el mundo: "eso me sorprende, porque son novelas muy enraizadas en Brasil y, aun más, en Rio de Janeiro", opina su creador al respecto y concluye: "es sorprendente que problemas de un área específica de Brasil puedan conmover personas en tantos lugares".

Poco tiempo después, Maneco se tomaría unas vacaciones lejos de las playas cariocas para sumergirse nuevamente en la disciplina que marcó el inicio de su carrera como autor: la adaptación literaria. Presencia de Anita fue una miniserie basada en la novela de Mário Donato que escandalizó a la sociedad de los '50 y reinstaló la polémica con su versión televisiva de 2001. Sensual y provocativa, la producción presentaba el romance de una adolescente de personalidad intempestiva con un hombre de avanzada edad. Hoy en día, Manoel Carlos revela el orgullo que siente por la miniserie al considerarla uno de los mejores trabajos de su vida, nacido de entre los recuerdos de su adolescencia, cuando debía leer a escondidas el libro condenado por el conservadurismo de la época.

Su regreso a las telenovelas sería en 2003, cuando Mulheres apaixonadas (Mujeres apasionadas) despertó la interrogación del público frente a asuntos de fuerte repercusión social. Violencia doméstica, homosexualidad femenina, alcoholismo y celos enfermizos fueron algunos de los tópicos que sirvieron para construir los dramas entorno a un grupo de mujeres en busca del amor. En una trama zambullida en el terreno de lo políticamente correcto, su autor agudizó la utilización del llamado merchandising social, para crear conciencia en el espectador. Además, introdujo un nuevo estilo narrativo a su método de trabajo, dejando de lado las tramas centralizadas, para contar en paralelo las historias de un amplio número de personajes, con poca dependencia entre sí. Esta tendencia se repetiría en su próxima creación, con la que el autor volvería a entablar debate en su país.

El drama de una niña con síndrome de Down y las vivencias que ponen a prueba el comportamiento humano fueron el puntapié inicial de Páginas da vida (Páginas de la vida), en la que Maneco contó la historia de personas atravesando diferentes etapas de la vida, luchando por superar los conflictos que estas representan. El estilo pasivo y burgués del escritor se profundizó en la novela que obsequió a Regina Duarte la interpretación de su tercer Helena y le rindió a Lília Cabral una nominación como mejor actriz en los premios Emmy International, con uno de los personajes femeninos más realistas y consistentes de los últimos años.
Nuevas campañas sociales tuvieron lugar pues no significan un detalle menor para Manoel Carlos. Sostiene que, en Brasil, como en varios países del llamado "tercer mundo" "la televisión tiene un papel social muy grande". Añade, además: "Entre nosotros, la novela es el producto cultural más importante que existe. Ella transforma hábitos en el país entero".

Muchas veces,la ficción comprometida repercute positivamente, otorgando prestigio a su autor, aunque no siempre colabore con el correcto desenvolvimiento de las tramas. Fue el caso de Páginas da vida, donde algunos actores reclamaron por el papel insignificante que cobraron sus personajes. En medio de un elenco de cientos de artistas, figuras de destaque para la Rede Globo demoraban semanas enteras en aparecer en pantalla.

Distinta al lecho de rosas en el que se pasean sus criaturas, la realidad no siempre juega en favor de Maneco, criticado por su visión aristocrática de la sociedad. Pero el escritor se defiende, explicando que le gusta escribir sobre lo que conoce con suficiencia. Y aquello no es otra cosa que su propio entorno: la burguesía carioca. Así mismo, atribuye a lo siguiente su preferencia por los asuntos que le son cercanos: "en la novela, me gusta tratar ese día-a-día frugal, trivial, de la vida de todos nosotros".

En 2009, aquel cotidiano promete regresar mucho más sofisticado con Viver a vida* (Vivir la vida) . Para esta ocasión, Helena será interpretada, por primera vez, por una actriz negra y mucho más joven, que no es otra que Taís Araújo en el rol de una top model internacional. Luego de Páginas da vida, donde salían al aire testimonios de personas del público, la próxima superproducción de Rede Globo presentará noticias reales respecto a la crisis económica mundial. Anorexia alcohólica, relaciones incestuosas y transfusiones de sangre están entre otros tópicos que Manoel Carlos, nuestro homenajeado del día, pretende instalar desde setiembre en el mayor foro de debate del Brasil: la novela de las ocho.

No se pierdan el próximo Ojo dramaturgo, dedicado al autor de la novela del momento en su país de origen: Walcyr Carrasco escribe actualmente Caras & bocas y tiene en su currículum una larga lista de populares historias, como Xica da Silva, Chocolate con pimienta y Alma gemela.

"Mis novelas hablan del día-a-día, de cosas triviales, son hechas a propósito con algunas historias polémicas, y tengo plena conciencia de que me pagan para hacer una novela de éxito"
Manoel Carlos

* Antes de la novela Viver a vida, cuya fase de producción acaba de iniciar, Manoel Carlos escribió la miniserie
Maysa - Quando fala o coração (Maysa - Cuando habla el corazón). Fue un trabajo de ficción biográfica comandado por el director Jaymme Monjardim, rindiendo homenaje a su madre, la cantante Maysa Matarazzo.

Fuentes:

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Autores - Histórias da teledramaturgia, de Editora Globo (fragmentos).
· Teledramaturgia
· Memória Globo

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