¿Son las peores novelas las más exitosas?

Parece loco, pero sí ¡las peores novelas, dan más rating! ¿Alguien puede decir lo contrario viendo los exitazos de la Globo los últimos 20 años?

No sólo son las de peor guión, pobre historia y puntos de vista más retrógrados ¡sino las más aburridas! lo cual, sin duda, es el pecado capital de cualquier televisión.

El público, generalmente, no tiene herramientas para decodificar las tramas más allá de ‘me gusta o no’. Los especialistas, quizás, tengan un poco más de elementos para analizar una telenovela y apuntarle valores y defectos.

Pero algo no falla: si te sientas ante la pantalla y nada sucede y así durante nueve largos meses, lo lógico es que apagues el televisor o cambies de canal. Pero en Brasil no ha sucedido así. Muy por el contrario. Veamos… 


Renacer (1993), Benedito Ruy Barbosa. El mayor éxito de la década. Con un promedio de 60 puntos y altos picos, contaba la historia de Mariana que viene a cobrar venganza (!) de José Inocencio (Antonio Fagundes), un coronel baiano, que ella responsabiliza por la quiebra y muerte de su abuelo Belarmino (José Wílker).

La actual Carminha (Adriana Esteves), era la responsable de conducir esta vendetta, que a pesar de un comienzo auspicioso (más por la poesía general y el remedo de Pantanal, éxito de Barbosa en la Manchete), se deshizo en interminables y somníferos capítulos.

La historia sencillamente se desinfló. Dejó de existir. Mucha violencia verbal (bien al estilo de Benedito). Muchas conversaciones pseudo-trascendentes y generosas dosis de crítica social. Es obvio, que la desigualdad es tanta, que por cualquier lado que aflore, prende a un espectador carente de voz.

La actuación de la Esteves – hoy en el team de los grandes – tanto irritó a Ruy Barbosa, que sencillamente ¡la desapareció! Sin explicación, sin muerte. Sólo desaparecida.

No hablemos del hermafroditismo de Buba (Maria Luiza Mendonça), las videncias de Ignacia (Chica Xavier), las complejas relaciones familiares y políticas del coronel Teodoro (Herson Capri), la huérfana Teca (Paloma Duarte), cuyo personaje era tan ‘intuitivo’, que se escribía apenas a base de ¡intuiciones!

Tan contestatario a los poderes constituidos, el autor, jamás hundió el bisturí más allá de lo que un público intolerante y conservador toleraría. Por ello, a pesar de la crítica velada al celibato de los curas, no hizo más que mostrar el romance entre el padre Livio (Jackson Costa) y Joaninha (Tereza Seiblitz). El matón del otro Jackson (Antunes), vio el mismo destino que luego tuvo en Terra Nostra… evaporarse en escenas de relleno.

El triángulo amoroso entre padre/hijo y madrastra (idéntico al de Pantantal), tampoco cuajó. Si por él fuera, habría repetido el mismo trío de su éxito anterior. También se repitió – hasta el cansancio – la historia del diablo en la botella (proveniente de Paraíso, que él nunca pensó rehacer, pero sucedió en 2009).

Tián Gallina (Osmar Prado) se fue, dicen, por problemas con la producción. Pero hay quien afirma que hubo presiones de la alta cúpula de Brasilia.

Aún así la crítica la exaltó. El público se enamoró. Y Renacer quedó en la memoria, no sólo como un gran éxito, sino una tremenda telenovela.

También de Benedito Ruy Barbosa fue El rey del ganado (1996), en que volvía a repetir elenco y defectos. Nuevamente un comienzo marcado por cierta poesía popular. Esta vez, es Romeo & Julieta, a la brasileña. La primera semana, con estética de cine y algo de acción. El resto, ya mucho más convencional, hecho al gusto del estado de São Paulo, con sus rodeos y música sertaneja.

Amén del clásico argumento de los bandos en pugna, se suma la historia de la Cenicienta: chica pobre, quiere chico rico. Todo disfrazado con aires sociales y de modernidad. Luana (Patrícia Pillar), es la nieta del clan Berdinazzi, enemistado con los Mezzenga, al cual pertenece Bruno (Antonio Fagundes).

La joven, ruda y sin educación, es parte de los trabajadores sin-tierra que terminan invadiendo una de las tantas haciendas del Rey del ganado. Entre ambos, surge el amor, a pesar de sus limitaciones, los abismos sociales y el parentesco.

Una vez más, el autor parecía venir con todo: hablaba de preservativo, aborto, droga, adulterio, política y reforma agraria. Todo en dosis pasaderas para un público que no quiere saber nada de eso.

Los sin-tierra, aparecen por primera vez en la Globo. En forma novela. No noticiosa, pues el Jornal Nacional no se atreve a emitir reportajes al respecto. Sólo después que el asunto se convierte en ‘ficción’, es que empiezan a aparecer notas sobre el tema.

Benedito no sólo repite historias, sino se repite al olvidarlas y convertirlas en bagazo. Si en la versión internacional (con casi 70 capítulos de menos), fue tediosa ¡qué decir en la original!

Bruno Mezzenga estuvo semanas perdido en la selva. Rafaela (Glória Pires), de gran villana, sencillamente desapareció para los finales, después de par de intrigas bobas. De escandalosa, la relación entre el Senador (Carlos Vereza) y la criada, pasó a engrosar la lista de viejos con amantes jóvenes de Ruy Barbosa.     

Y nuevamente el mismo resultado: ¡una gran novela! Aplaudida por público y crítica en una unanimidad sospechosa.


Le sigue en la lista Terra Nostra (1999-2000), del mismo autor, que a pesar de ya mostrar signos de fatiga, fue un hit internacional. Una vez más un comienzo auspicioso con los elementos, incluso actores ya conocidos.

Nuevamente Antônio Fagundes y Raul Cortez (el magnífico Geremias Berdinazzi de El rey…). Nuevamente inmigrantes italianos (Los inmigrantes, Vida nueva, El rey del ganado). Nuevamente gente linda. Nuevamente una historia con sabor melodramático (la pareja que se ama, pero no puede amarse, el hijo arrancado, que como veremos, fue una constante en los éxitos posteriores).

Con mucho mejor mano que en sus predecesoras, Ruy Barbosa tejió una historia atractiva, aunque igualmente reposada. Dicen que tenía otros planes. Pero Terra Nostra cayó estrepitosamente del episodio 30 hasta el final. Eso no le impidió reinar en las tardes y noches de muchos canales del mundo, probando que unos ojos verdes halan más que cualquier historia interesante. 

(continúa...)

¿Son las peores...? (II)

3 comentarios

  1. De la unica que puede dar fe es de Terra Nostra, que estuvo muy hermosa, similar a una anterior Los Inmigrantes, y si, personajes atractivos, reconstrucciones historicas esplendidas, entretenimiento, amores encontrados y desencontrados. Una joyita.

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    1. ¿Y tú viste Los Inmigrantes? Lo dudo. En TN: Amores mal resueltos, historia empantana, diluida y con pobre desarrollo. Otro terrible gasto de dinero, apenas justificado por gente sin criterio como tú, que tiene tiempo para perder. Gracias por tus opiniones. Las próximas que no sean motivadas por el mero hecho de expresar un criterio, sino por 'atreverse a disentir' y/o darle en la cabeza a quien no concuerda conrtigo SE VAN. Lo digo por lo claro.

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