La avenida de la venganza fatigosa

Brasilescopio reproduce, una de las primeras reacciones de la crítica cubana a Avenida Brasil. Obviamente, hubo algo que los 'especialistas' brasileños no vieron... Lo que sí está claro es lo que los de aquí no ven.

Por Joel del Río* (digital@juventudrebelde.cu) 
 
La Televisión cubana, y otros medios de comunicación, se hicieron eco de la publicidad que rodea a la telenovela Avenida Brasil que se cuenta entre las más populares del monopolio audiovisual brasileño. Mas, ninguna novela puede enhebrar «cientonosécuantos» capítulos, con un mínimo de coherencia, empleando solo como argucia el ánimo vengador de su protagonista

En la tentativa por lograr personajes positivos y negativos cada vez más espectaculares y atrayentes, o de enredar a tales protagonistas en una trama asombrosa e insidiosa, la telenovela brasileña pudiera llegar a sacrificar por completo la base moral que sostuvo 200 años de melodrama operístico, literario, teatral, cinematográfico y radiofónico. A juzgar por Avenida Brasil pudiéramos estar en presencia de un nuevo tipo de telenovela que renuncie flagrantemente a la educación ética y sentimental del público en tanto se embellece, se tolera y se aceptan el rencor, la deslealtad, la vileza y el delito, mientras se presenta cierto estereotipo del suburbano carioca, devorador de arroz con frijoles, tomador de cerveza, aficionado al chisme y la irreverencia, ruidosos, parlanchín y mal educado.

Sobre la premisa argumental de «hasta dónde se puede llegar para aplicar la justicia por tus propios medios», ocurría en los primeros capítulos una historia de humillación por parte de una madrastra mala, a lo Cenicienta, y luego aparecía el ingrediente de la venganza, que emparenta la trama con la de Hamlet, El conde de Montecristo y con centenares de thrillers norteamericanos. Porque la telenovela que está llegando a nosotros tres veces por semana gastó sus mejores municiones al principio, en los primeros 15 o 20 capítulos, cuando la trama se movía entre el pasado y el presente, y parecía que los personajes seguirían alguna lógica, al menos, la del melodrama, con aquella niña sufriente y maltratada que regresaba para hacer justicia. Pero después, el guion se ocupó en acabarnos con la paciencia, y menospreciar la inteligencia del auditorio.

Con una correcta dirección de Ricardo Waddington, que destaca a veces por su visualidad sofisticada, con matices cinematográficos y hasta documentales, sobre la base de un guion demasiado estirado y previsible de João Emanuel Carneiro (creador también de La favorita), Avenida Brasil abusa sin control, en su estructura dramática y planteamiento de los conflictos, de situaciones casuales, excesiva discreción de personajes que solo guardan el secreto mientras le conviene al guionista, gente que escucha todo el tiempo detrás de las puertas, personajes que gritan sus secretos más oscuros, chantajes facilísimos y fidelidades inauditas. Y todas estas circunstancias solo cumplen el propósito de alargar de manera inmisericorde el tema «serio» de la identidad encubierta de Rita-Nina, o el triunvirato de adulterios que sostiene Carlitos (Alexandre Borges).

La villana absoluta está beneficiada por los desbordes de sobreactuación suministrados en cada capítulo por Adriana Esteves, quien ha sabido moldear una de las mejores malvadas de la telenovela brasileña, junto con Gloria Pires en Vale Todo (1988), Renata Sorrah en Señora del destino (2004) y Patricia Pillar en La favorita (2008). Pero hablando del personaje, ya no de la actriz, es preciso decir que creerse las patrañas y fingimientos constantes de este monstruo requiere, en primer lugar, de un público postrado intelectualmente, incapaz de aplicarle a la trama la lógica más elemental. Y en segundo lugar, las barbaridades de la rubia peligrosa ocurren solo gracias a la imbecilidad innata y la ignorancia de los buenazos que la rodean.

La venganza de Nina, ejecutada dentro de la propia casa de su peor enemiga, contiene demasiadas situaciones que violan incluso la tradicional ilógica telenovelera. Y no es que se trate de una antiheroína, sino que más bien fueron incapaces de perfilarle matices de nobleza trágica a su venganza. Ella cumple a cabalidad su papel de mentirosa, adulona y cómplice, renuncia a su realización personal, perjudica a sus amigos y seres queridos en una venganza tan ruin como necia, mientras se reitera hasta el ridículo aquellas náuseas en el inodoro, y sus lavados de manos para tratar de purgar una decadencia que evidentemente está disfrutando. A todo ello se agrega que Nina está mal defendida, con un repertorio de tres muecas para expresar tristeza, y dos mohines para la alegría, por Débora Falabella, cuya extraordinaria fama apenas puede cubrir su tendencia a interpretar cualquier papel desde lo monocorde e inexpresivo.

Mis lectores alegarán que siempre quedarán los últimos capítulos como oportunidad para la redención, el arrepentimiento y hasta la reconciliación entre estas dos mujeres tenaces que perdieron todo sentido del límite, pero de nada valdrá tal instante de satisfacción y catarsis, si ya nos machacaron con decenas de capítulos donde la heroína perdió toda su integridad, y sin beneficios de ninguna índole, porque Rita desciende y se desmoraliza, sin que Nina gane ni un ápice de complejidad, o de capacidad para convencer al espectador de sus buenas razones. Y ese es el problema que perjudica toda la trama, ningún personaje parece estar en trance de mejoramiento, o crecimiento moral, mediante el sufrimiento. Los móviles dejaron de ser el amor imposible y la pasión no correspondida. Aquí las fuerzas motoras de la acción se localizan en el cuadrado equilátero: miedo, dinero, venganza y lujuria.

El ánimo mendaz que anima a casi todos los personajes de Avenida Brasil (le recomiendo el simple ejercicio de analizar las relaciones entre los principales personajes y salta a la vista que casi todos mienten, engatusan y manipulan a sus parejas y familia) se extiende a los elementos de puesta en escena. Algunos cronistas despistados asumieron el «realismo» con que se presenta la marginalidad, sin parar mientes en que el pintoresco y casi pulcro Tiradero fue construido escenográficamente en un amplísimo y bien equipado foro de la televisora O Globo. Y no es que estuvieran obligados a filmar en alguna de las numerosas favelas cariocas, pero la sofisticación aplicada a la miseria demuestra que en este tópico, como en todo lo demás, Avenida Brasil falsifica la imagen de la miseria, y la presenta de manera agradable, e incluso glamorosa con esas lindas paredes hechas de latas y botellas recicladas.

Por supuesto que el guion tampoco es tan incorrecto políticamente como para dividir buenos y malos en dependencia del sexo o del estatus económico. Pero semejantes libertades se tomó Dickens para describir a sus delincuentes en Oliver Twist hace como 150 años. Y así, Lucinda y Nilo, o Tifón y Carmiña, simbolizan respectivamente a Eros y Tánatos, la eterna pulsión de la vida y el amor en lidia perenne con el odio, la muerte y la desintegración. Pero la tirantez entre estos personajes muchas veces se difumina en tanto «los buenos» son ambiguos, despistados, ciegos, impotentes por completo para cambiar algo o carecen de fuerza para contender con la maldad. De modo que la intensidad del conflicto se mengua a favor, otra vez, de los infames, y el triunfo de los malos, o su capacidad para corromper provoca cierta sensación de incomodidad y desconcierto en un género donde la transmisión de valores y de conocimiento suele marchar a la par con la inclinación al entretenimiento.

La Televisión cubana, y otros medios de comunicación, se hicieron eco de la implacable publicidad que rodea a una telenovela que ya se cuenta entre las más populares y vendidas de cuantas ha producido el monopolio audiovisual brasileño. Debemos confesar que cualquiera se impresiona con aquella propaganda sobre «la telenovela que paralizó un país», el tremendo impacto en las redes sociales, o aquellas sentencias de ciertos críticos respecto a la burla a que son sometidos el mal gusto y la incultura de la clase media alta (nuevos ricos de la zona norte), y la sátira en sordina del machismo carioca. Si bien la chanza aplica en cuanto al ídolo futbolístico cornudo, al anciano con mujer joven, a los varones que solicitan de sus mujeres relaciones serias y estables, y a ciertos galanes lujuriosos y descerebrados, todo ello empalidece ante la sacralización del machista incontinente que es Carlitos, y de la mujerona promiscua e interesada que es Suelen, en tanto sus experiencias se presentan como posibles, justificables y hasta graciosas. Conste que los apuros de la prostituta barriotera y el prostituto de clase alta aparecen bajo el prisma empático de la comedia. Y aunque nadie se ría a estas alturas con los apuros ocasionados por la lujuria, es posible que los trucos del fauno embustero y la deslumbrante meretriz sean admirados por algunos cubanos y cubanas.

Respecto a la sobrestimada crítica social presente en Avenida Brasil, solo puedo decir que la serie se atreve a mofarse de un proceso de ascenso social que sus predecesoras idealizaban. Aquí los pobres también se vuelven ricos, y ascienden en la escala, pero los que eran malos, siguen siendo malos, incluso empeoran con el espantoso barniz dorado que le aplican a sus máculas. Es cierto que los héroes y sus oponentes son todos gente de pueblo, y se abandonan las tradicionales playas de Copacabana o Ipanema para mostrar la vida en los barrios humildes o periféricos (la avenida Brasil del título es una vía que comunica el mar con los barrios del norte, y une todo tipo de vecindades). Pero todo ello no me basta para explicarme el éxito, porque el suburbio se presenta en los mismos términos de grosería y pintoresquismo en que lo presentaban otras telenovelas.

Aunque siga sin comprender las razones de la locura que llevó a 38 millones de brasileños a devenir fanáticos de Avenida Brasil, me parece lógico que el final registrara un récord de 49 puntos de audiencia, porque después de tantas horas perdidas en la dinámica de Nina —que primero le da un masaje a su detestable patrona y luego estriega sus manos con jabón (como si no fuera más fácil y económico abstenerse de tocarla)— ya el espectador necesita presenciar la justicia cumplida, la venganza ejecutada, y que ruede por los suelos la oxigenada cabellera de Carmiña, para que pague por todo el mal que le hizo a la pobrecita huérfana, devenida aquí oscura Erinia cuyo errático comportamiento incluye, quizá, a lo mejor, tal vez, el perdón y el olvido por tanta ignominia.

Allá los que se crean que el ánimo vengador de Nina es algo más que una grotesca argucia para enhebrar «cientonosécuantos» capítulos, y en cada uno de ellos presentar una revelación supuestamente trascendental para la trama. Ninguna serie puede sostener durante tanto tiempo, con un mínimo de coherencia, semejante crescendo de emociones. Avenida Brasil tampoco lo logró, y asumo la polémica que tal vez genere esta opinión.

http://www.juventudrebelde.cu/cultura/2013-12-21/la-avenida-de-la-venganza-fatigosa/

*Joel del Río, es un renombrado periodista cultural cubano, especializado en audiovisuales. Su trabajos aparecen en Juventud Rebelde, La Jiribilla y el sitio de la Escuela Internacional de Cine, Radio y TV, donde ha colaborado también como conferencista.

18 comentarios

  1. Este senhor prefere a coerência do modelo mexicano de novelas? Dor de cotovelo tem limites!

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    1. Este señor tiene RAZÓN. Empezando, porque AB es una novela de modelo arcaico, mexicanoide, sin una pisca de buenas emociones y con el sufrimiento a tope. No habrá sacarina y el ambiente será sórdido, pero es tan mexicana como cualquiera.

      Joel no es novelero. Vive criticando las sobredosis de banalidades de algunas novelas que hemos visto aquí y si él, gente con cultura cinematográfica y amante de todas esas murumacas del cine 'experimental', le ve todos estos defectos, no es por 'tendencioso'.

      No entiendo a los fans de AB... la verdad que no los entiendo. ¿Les recomiendo algún tipo de espejuelos?

      Es una de las peores novelas que haya visto. Pero Uds., sencillamente, está fanatizados. Si Uds. se identifican con la bajeza y la vulgaridad... entonces... Mejor paro aquí.

      ¡Bienvenido al blog y felices fiestas!

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  2. La verdad me parece una excelente y muy acertada crítica, voy a buscar más cosas de él para continuar leyendolo. Muy a mi pesar y para continuar participando con alguna base de conocimiento en el blog, continue con alguna regularidad, viendo AB, y solo puedo confirmar los dichos de Joel.
    Disfruto mucho de ver buena tv y buenas novelas, no siempre se da encontrar productos redondos, uno como audiencia o fan, se engancha, a veces con la historia, con personajes, o sigue el trabajos de algunos actores y actrices, pero muchas veces, y más cuando es aficionado a buen blog de crítica como este, y aún si no lo fuera, encuentra cosas evidentes y obvias, que ni como fan, se puede pasar por alto.
    Esta bien disfrutar una historia, y disfrutarla a pesar de todo, pero hay algo que me llama profundamente la atención y quizás Novoluar me puedas dar tu opinión, de AB y AaV, que no se si tiene que ver con sus autores especificamente, no ví otros productos de ellos, o con la actualidad del país, aún teniendo en cuenta que Brasil estuvo mucho peor gobernado por partidos conservadores y economicamente neoliberales, como el resto de sudamerica, porque justamente llama la atención cuando navegas en sitios sobre todo cariocas, la queja de la gente por la corrupción, o con que tenga que ver, porque curiosamente o sin embargo en estas novelas, seguida por millones, son exaltados los villanos, la gente torce por ellos, aún cuando en la historia sus acciones tienen poca justificación, son deleznables, y caen en lo ridículo al tratar de justificarlas, por los argumentos esgrimidos por el autor, que son muy inverosimiles, sobre todo me refiero a AaV.
    En AaV, las acciones del villano principal, tienen poca justificación en el celo fraterno por el amor del padre, además de la herencia, que dudad cabe, y personajes flojos que pasan por alto crimenes y mentiras espantosas como si del robo de un chocolate se hablara, e increiblemente sosteniendo que un personaje, como el de Susana Viera, es vengativo, por echar a su hijo y no perdonar que dejara a su hermana casi morir y tirara un bebe a la basura???? es vengativo y no justo. No se si solo se trata de dislates del autor, pero además, en toda la trama se trata de argumentar bien, no se logra, la defensa de los ´malvados´, en tanto que los buenos caen en frases repetidas y bobas, olvidan las ofensas y daños hechos a su persona, y continuan cayendo en trampas si fin, si ya se es la base de toda novela, pero den un poco de verosimilitud no?.
    Creo que las partes más acertada de la crítica de Joel del Río, es cuando refiere a la renuncia de la ética y al abrazo y aceptación de la vileza. Eso veo en estas dos últimas novelas brasileñas, con sus variaciones, en la que esta al aire, la redención del malo y la perdición de la buena, porque sigue cayendo en las mentiras y siendo manipulada. Aún cuando la maldad ha sido desenmascarada, esta no recibió su justo castigo, sin embargo su situación, trabajar en la calle vendiendo salchichas, tener ropa gastada y no de marca, aparece como el sumun de la justicia, la injusticia al parecer del propio villano y sin un ápice de arrepentimiento a la vista. Más sufrimiento tuvo a lo largo de la historia la protagonista, cuya actriz, conociendo la materia que leyo durante meses piensa que su personje perdonara todo al malvado. Sera? En ningun lado he visto se quejen tanto de la corrupciòn y maldad, y hagan tantas loas a las mismas, cuando son representadas en la tv, aùn cuando sea de este modo tan sobreactuado y caricaturesco.

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    1. Ayyy María, si yo tuviera LA RESPUESTA... quizás se podrían arreglar tantas cosas. Pero ellos son celosos con sus asuntos internos y no le gusta que extranjeros 'den palpites' (sugerencias) sobre los mismos e incluso se ofenden, cuando les pisas el callo.

      Los brasileños son un pueblo HIPER-CRÍTICO, aunque en su proyección cotidiano toda sea "maravilhoso, lindo, bacana". Ese positivismo es apenas una pose. Igual que la tolerancia que parece infinita, por la permisividad que impuso la distancia en la colonia. Pero en la concreta, el prejuicio es atroz y galopante.

      Hay mucha desinformación. Mucha incultura. Eso influye también en los niveles de aceptación y/o tolerancia. En Brasil hay cliché que operan amén de su veracidad.

      Por otro lado, ese pueblo tiene muy pocos vehículos de expresión. Aunque suene a panfleto, la voz del pueblo, no se escucha. No existe. Y desde que Globo descubrió que más que acallar la realidad - como Televisa - había que procesarla y modificarla... se empezó a establecer una compleja madeja de intereses:

      por un lado, canalizar las apetencias de un público carente, darle rienda suelta a la creratividad y necesidades de expresión de los autores - todos con ideales de izquierda o al menos sociales, aunque hoy sean millonarios... y hacerle el juego a los estamentos de poder que, al final, necesitan una masa acrítica, silenciosa y apaciguada.

      Entonces, por ello, afloran críticas y más críticas, cuando en la vida, la crítica no prospera.

      Estas protestad de ahora fueron, como mucho, un modismo. ¡Venían de Europa, el mundo estaba protestando y entonces, a las calles se fueron! Pero en general, la cosa queda en el marco privado y en las novelas que lo reflejan, como parte de ese mecanismo de balance y ese 'naturalismo' que tienen todas.

      Ahora, desde los 80 descubrieron que los villanos podrían ser simpáticos. No es sólo una cuestión de valores, sino de que los villanos tenían mayor libertad de acción y expresión que los buenos, que siempre vivían y aún viven amordazados al ideal, a lo pulcro, a lo puro (porque la gente reclamará de la bobería, pero basta que una heroína se salga del trillo, para que todos digan que es cualquier cosa, incluso una pu...).

      Es lógico que no te guste una protagonista boba... pero te guste una Carminha o una Odette Roitman (que sí era deliciosa), profiriendo comentarios ingeniosos. La Roitman, por ejemplo, se tornó voz de la crítica, para bien y para mal. Y aunque a muchos les molestara, todo lo que decía era verdad.

      Silvio de Abreu le decía a sus colegas que el público ha perdido el sentido de la moral y que ahora 'torce', como dijiste por los malos. En Passione, yo me alegré con el final de Clara, que me simpatizaba. Norma, se merecía el tiro, porque al final fue una villana comemierda y Leo era desagradable. Muyyyy desagradable.

      Pero al final, había villanos 'simpáticos', incluso corruptos como Cortez, que mató a su mujer, que defraudó a miles de personas y casi huyó del país...

      Ya lo de AaV es incapacidad de Walcyr un hombre que amén de su fe de Rosa Cruz, no me parece una persona demasiado inspirada. Él escribe arroz con frijoles... cositas muy simplistas. Lo único que pude 'ver' de él era 7 pecados y aquello era HORRENDO.

      Tampoco te asombres mucho, es que cada autor, ante las maldades que han sido muchas, tratan de superar al otro y superarse a sí mismo ¿o cómo vas a sorprender a la gente?
      Joel le dio un análisis de alta cultura a este asunto. Pero la novela tiene defectos meramente técnicos.

      Lo malo es que como esta le funcionó... ya sabes la próxima ¿no?


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  3. Si Novoluar, creo que ya te lo dije, la próxima vendra igual o peor, pero ya para 2015 no?
    Eso que dices de la protagonista buena y los villanos, lo dijo palabras más palabras menos coincidiendo con tu visión, una mocinha como dicen ellos, en una entrevista justamente hablando sobre las críticas que reciben por la actitud boba de las protagonistas.
    Y un filosofo argentino se referia a la C..OCRACIA, el juego de los medios poderosos con los poderes econòmicos, en ese caso con las vedettes y los programas de humor zafado, para mantener a la gente distraida en nada, dejando a la crítica de la actualidad en el esteril vacio, sin vehìculos para el cambio de lo podrido.
    Volviendo a nuestra materia, solo ví dos villanas protagonistas, Rubí/Barbara Mori en Mexico y Renata/Juana Viale en Malparida Argentina, una por dinero y la otra por venganza. Y aunque eran las protagonistas y si, terminan castigadas, sin redenciòn, una desfigurada y coja, otra muerta, en ninguna historia se trataba de justificar sus villanías, no se recurría a una apología del mal para hacerlas más aceptables o queribles, ni a la falta de amor, etc., sus personajes se justificaban así mismo y ni siquiera eso, ningún otro defendía de ellas lo indefendible todo lo contrario y eran las protagonistas repito, Rubì quería ser rica y ya, porque lo merecía, así sin el menor esfuerzo, dando lugar a su reprobacion y se mostraba el contraste entre estos y otros personajes, a las dos el amor no las salva, las pierde la ambición y la venganza, sin preconizar demasiado. Y eran productos argentino y mexicano eh?
    Carrasco, que decir, no? aquí leí que va a las 6 y despuès vuelve a las 9?
    Felices Fiestas y aún mejora año 2014 para todos¡¡¡¡¡

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    1. Pero en Argentina el juego es demasiado burdo. Ese Francella es impagable. En Brasil, es tan sutil, que parecería que la Globo UN MONOPOLIO tiene vocaciones sociales y de justicia, porque ese es el mensaje afín a las masas 'sufridas' (aunque las más sufridas, sean las menos interesantes).

      Novelas con villanas existen desde la radio. Pienso. En Brasil se hizo Anjo mau en el 76 y no dudo que haya habido cosas de Ivani Ribeiro con ese matiz (más que 'villana', mal comportada, como las que hizo tipo fierecilla). Rubí es un remake, o sea, que la idea surgió hace rato. Pero al mismop tiempo en varios lugares.

      ¡También cosas buenas en el 2014!

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    2. muy interesante los comentarios de ustedes! sobre los villanos daría para hacer un buen análisis ,y lo que hablas Novoluar sobre el monopolio que ejerce la Globo es una gran verdad...

      mientras que en Cuba la están destrozando a criticas en la Argentina la cubren de elogios , ya he leído en paginas de varios diarios y en el sitio televisión.com.ar que Avenida es una "revolución en las telenovelas" , parecen que están maravillados con la trama Carneiro! la verdad no conocen que es una buena novela brasileña....


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    3. Diría que Avenida funciona en AR por lo mismo que funcionó en Brasil. Más gente con acceso a redes sociales y menos gente con acceso a una buena educación.

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  4. Carminha foi a melhor atração de Avenida Brasil...A protagonista era muito chata,sem verniz algum e os galãs então?Adriana Esteves soube desenhar a grande megera e caiu nas graças do público!Contudo não podemos achar que o país todo aplaudiu as artimanhas da vilã,porque definitivamente isto não ocorreu!O público torceu e muito foi por Tufão,e todos do subúrbio!O final de Carminha decepcionou muito,pois todos concordavam que ela merecia uma grande lição!Aquela mulher inescrupulosa ainda hoje serve se para apelidar pessoas de caráter duvidoso,ou extremamente falsas!Em minha opinião,o fato de muitas vilãs caírem nas raças do público é muito mais mérito de suas interpretes,do que dos autores!Sobre Félix,não devemos levar este personagem nem esta péssima novela em consideração....Walcyr conseguiu uma proeza e tanto!Nesta novela todo mundo muda de caráter a cada 5 segundos,o vilão foi perdoado pelo público,as pessoas se apiedaram ao ver aquele gay superchamativo,pagando micos e mais micos,desfilando um rosário de bobagens,e passaram a torcer ainda pelo romance dele com o outro gay da novela,que foi enganado pelo marido e pela melhor amiga!O romance de Félix e Nico,é muito mais aceito,do que o romance hetero do novela,Paloma e Bruno são apenas enfeite neste folhetim horripilante!Podemos enfim enxergar um ponto positivo ali!O Brasil é um páis complicado,entender este povo hipócrita que as vezes têm lampejos de civilidade nãó é uma tarefa fácil!Nossas novelas podem até tentar,mas poucas conseguem transmitir o que se passa por aqui...Sobre a crítica ela so coloborra o que discutimos aqui,quando os fãs de AB,passaram a deixar comentários onde diziam que a novela revolucionou a dramaturgia brasileira etc!Classifiquei tudo isto como bobagens e é interessante ler uma crítica tão profunda e ao mesmo tempo tão simples!

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  5. El elemento principal de un actor/actriz además de su talento, para transmitir su personje, es el texto, y el texto se lo da el autor, si este a unos, los villanos, les provee escenas, de todo tipo, duras, graciosas, profundas, redentoras o maquiavelicas, etc., les da espacio para explayar y mostrar a su personaje, en distintas facetas, obviamente se ve por demás de beneficiado, si por el contrario, el autor redunda en las mismas frases, simples, bobas o insignificantes, que por lo general son de 5 a 6, no más, en escenas que no profundiza, discute o muestra los conflicto de un personaje por ejemplo la protagonista, que por otro lado tiene dramas de más para discutir, el personaje y por decantación su actor/actriz se ve perjudicado/a,por ejemplo Paloma de AaV, despues de descubrir la verdad, solo hubieron no más de 3 o 4 escenas y pasaron semanas, donde habla superficialmente de la traiciòn de su hermano, cuando esta para ir al psicologo con semejante trauma¡¡¡¡ y sobre la relación con su hija perdida x tantos años, y con su madre, etc., etc., pero esta encasillada en escenas cortas y con poca trascendencia, reclamarle a la actriz es caer en la facil, ni Meryl Streep haría magia con tanta porquería, esa es responsabilidad directa del autor, pero no solo se da en el caso de los protagonistas, sino con otros personjes también. Si los protagonistas son aburridos, es actuando las líneas que los autores los condenan a decir, si los villanos sobresalen es porque los autores les proveen del material para brillar, por eso hacía incapie en JEC y WC y sus villanos y la forma de presentarlos y defenderlos en sus historias.
    En Hollywood, lo pongo de ejemplo porque es más o menos conocido su showbizz en todo el mundo, los actores mueren por un buen guión, lo dicen a cada rato, más que por el director o el productor, que pueden fallar pero un buen guión nunca falla, un buen guión es la oportunidad más deseada para sobresalir, más allá del box office. Un buen guión es sinonimo de buen personaje o de una buena historia, por lo general vienen juntos, es de algo a que sacarle el jugo.
    Y sin ir más lejos, buceando de vuelta entre autores, villanos y el gusto de la audiencia, Paola Oliveira, Paloma de AaV, no consiguiò el favor del público justamente cuando interpreto a la villana de Cama de Gato? Pareciera que para los autores es más facil escribir y representar la maldad en la pantalla, que escribir para el lado bueno de la vida, representar lo que todos queremos en las nuestras, las cosas justas y buenas, que increiblemente son de dificil representación sin caer en lo aburrido y bobo.

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    1. Maria,a vilã Veronica de Cama de Gato foi uma das melhores megeras do horário!E sem dúvidas alguma,teve uma excelente trajetória,sua história foi contada de maneira crível,as autoras forma muito felizes em demonstrar a redenção da vilã,depois de cometer crimes terríveis e pagar por eles!Falam muito mal de Paloma,mas para mim ela é mediana,consegue sim passar veracidade em suas cenas...Eu não acho que Carminha nas mãos de outra atriz teria ido pelo caminho que foi!Outro exemplo é a vilã Nazareh Tedesco de Senhora do Destino!O próprio Agnaldo já declarou que seguiu o caminho que Renata lhe deu!Basta observamos o exemplo de Christiane Torloni como Tereza Cristina ou Ewa Wila como Altiva,grandes vilãs de Agnaldo que tinham as mesmas características,mas seguiram caminhos totalmente opostos!Ainda falando de Paolla,a atriz caiu nas graças do público como a mocinha de O Profeta,a personagem em momento algum,foi suplantada pela vilã da trama,Ruth...O mesmo passou se em O Cravo e a Rosa,ni nguém conseguia torcer para a megera Marcela,todos amavam Catarina!Drica Moraes foi aplaudida de pé pela temível Violante,mas nunca caiu no gosto do público como a mocinha Xica da Silva!Nãoo existiu rival para Carminha em AB,como existiu para Flora em A Favorita ou com Barbára em Da Cor do Pecado!Em Passione,também não se podia torcer por Diana,a mocinha era muito ruim,mto mal desenhada...São inúmeros os exemplos de mocinhas e mocinhos insonsos,ofuscados pelos vilões!O público Brasileiro rejeita os mocinhos made in México,não adianta jogar a culpa neste ou naquele,quando a trama istiga,todos torcemos pelos mocinhos,mesmo que amamos os vilões...

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    2. ...el problema que para escribir 'mocinhos', siempre hay que estar en la cuerda floja. Rechaza a los protagonistas flojos, pero no acepta protagonistas poco convencionales. Eso es un hecho. Además, es muyyyyy difícil escribir a un protagonista tridimencional, orgánico, fuerte... siempre queda manco. Salvo casos excepcionales. Casi siempre la gente se identifica con gente sencilla y batalladora.

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  6. Felíz 2014 para todos los compañeros del blog¡¡¡¡ Es justamente de lo que hablaba Glorinha que es la trama que resulta de la mano del autor, la que hace que uno guste o no de un personaje, o entienda su dinámica, aunque no guste, si... no siempre ocurre lo mismo, como bien lo explicas, pero la justificación absurda de lo ruim, es lo que insulta la inteligencia de la audiencia. Y eso es lo que para mí hace Carrasco, y de muy mala manera y un poco JEC.
    La semana pasada leí un artículo que afirmaba que WC es un autor de las 6, y que lo que en sus novelas de ese horario era festejado, en AaV es criticado, porque se espera otra cosa a las 9 de la noche, pero que conserva su mismo estilo. La verdad no ví sus otros trabajos, asì que no puedo decir más. Por aquí, si les interesa, les dejo la direcciòn de la nota http://portalovertube.com/2013/12/20/antvnado-walcyr-carrasco-e-o-estilo-de-cada-autor/.

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  7. Aqui en Brasil las novelas por tradicion son de 8 a 9 meses, eso es el tiempo q la tv globo pide a los autores. Entonce como hacer una novela tan larga ? Solamente con novelas llenas de personajes y con charlas del cotidiano, nosotros brasileños ya somos acostumbrado, es nuestra cultura, asi como las soap operas americanas que duran 1 , 2 anos, portugal tambien, nuestras novelas los villanos no son 100% malos ni los " mocinhos" 100% buenos pq asi es la realidad del mundo, tenemos dentro de cada uno un villano y un angel. Bueno se él no gusta de ver AB, cambie de canal .

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  8. Aqui en Brasil las novelas por tradicion son de 8 a 9 meses, eso es el tiempo q la tv globo pide a los autores. Entonce como hacer una novela tan larga ? Solamente con novelas llenas de personajes y con charlas del cotidiano, nosotros brasileños ya somos acostumbrado, es nuestra cultura, asi como las soap operas americanas que duran 1 , 2 anos, portugal tambien, nuestras novelas los villanos no son 100% malos ni los " mocinhos" 100% buenos pq asi es la realidad del mundo, tenemos dentro de cada uno un villano y un angel. Bueno se él no gusta de ver AB, cambie de canal .

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  9. Para mi Avenida Brasil es una precisa telenovela qu sin dudas hay que saberla analizar, formidable en todos sentidos, no estoy de acuerdo con las criticas del señor que insulta y pone a la novela como si fuera basura, muchos menos ellos que siempre han vivido en un Pais donde le tienen la BOTA ENCIMA...será por eso tanta critica?
    Me gusta Avenida Brasil porque ha sido algo diferente y muchas veces cierta...es bellisima!

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    1. Ann, estoy contigo. Aqui he leido criticas tan lapidarias que es increible que hayan creado un sitio que solo encuentra defectos en las novelas brasileñas.

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  10. La verdad noto que el director de este sitio no encuentra ninguna novela brasileña que le guste. Por ejemplo, cuando le comenté que Lado a Lado era una de las mejores que había visto, excelente reconstrucción historica, musica vestuario personajes queribles y bastante creibles, con la dosis de humor justa, nada le pareció. Sin embargo, critica la telenovela mas atrapante de los ultimos tiempos, y he visto varias, cuando es una telenovela propiamente dicha. Claro que todos es exagerado y superlativo, pero algo hay en el carisma de esos personajes, o creen que la gente que la ve es toda "inculta"? para cultura, no vemos novelas, aunque algunas sí. Amazonia por ejemplo, increible. India, tambien. Alguna novela brasileña las mejores del mundo, les gustó?

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