
En 1992, Basil nadaba en una piscina de corrupción. De Abreu, por su parte, aprovechaba la situación en una sátira bien-humorada. Dios nos ayude (Deus nos acuda) significó su regreso al horario de las 19hs. Contaba la historia de Celestina (Dercy Gonçalves), un ángel que tenía una difícil misión. Para mantener su estadía en el Cielo, debía transformar a un ciudadano brasileño en alguien honesto y trabajador. Entonces, escoge a María Escandalosa (Claudia Raia) como coballo de su experimento. "Concebí la novela sobre un hecho que me incomodaba mucho", explica el autor, en entrevista a Memória Globo. "En Brasil, pedimos mucho la ayuda de Dios, pero no hacemos nada para que el país cambie. (...) Tenía muchas ganas de tocar ese tema, esa parte religiosa".

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En Dios nos ayude, la trama folletinezca brilló por su ausencia. Pero no por eso dejó de ser un hito de audiencia. Tanto o más exitosa sería La próxima víctima.
Después de La reina de la chatarra (Rainha da sucata), Sílvio volvía al horario estelar. En 1995, osó al incorporar el thriller a la telenovela. Al igual que la comedia, uno de sus géneros favoritos. El '¿quién mató a...?' es común en novelas de Gilberto Braga. Pero La próxima víctima giraba pura y exclusivamente en torno a ese enigma. A cada mes, un personaje era asesinado y el rumbo de la novela cambiaba. El público debía descubrir quién sería la próxima víctima.

De cualquier manera, La próxima... tenía elementos para todos los gustos. El policial se valía también de una historia de conflictos amorosos. Así, emoción y misterio le valieron su gran repercusión. Ésta fue tal en países como Rúsia, que se volvió tema del New York Times (Estados Unidos). La obra siguiente del autor, lamentablemente, no tuvo la misma fortuna*.

"Todo es apenas una cuestión de mala comunicación entre el autor y el público", dice De Abreu, sobre los bajos índices de audiencia. Una realidad que le tocó encarar en su novela siguiente.

Preocupado con la renovación del género, Sílvio prefiere desafiar al público. Sembrar semillas, que podrían ser cultivadas en el futuro. Igualmente, siempre buscó lanzar nuevos autores. Apadrinó a los responsables por El color del pecado (2004, João E. Carneiro), Eterna magia (2007, Elizabeth Jhin) y Belleza pura (2008, Andréa Maltarolli).
En 2006, se propuso volver a escribir una novela suya. En Belíssima, quería a Sonia Braga y Gloria Pires como protagonistas. Pero, ante la negativa de Sonia, tuvo que modificar la trama. Es de los que idean ficciones en función de sus actores. Para él, el secreto de un buen personaje es su intérprete. Y tal vez Fernanda Montenegro, en la piel de la cruel Bia Falcão, certifique esa teoría.

Se espera que Passione, el próximo título de Abreu, siga aquella misma línea. Su estreno está previsto para el primer semestre de 2010. Y tendría también a Fernanda Montenegro en un rol de destaque. La actriz acompaña al autor ya desde Guerra de los sexos (1983). De la misma forma que nosotros, aquí, tuvimos el placer de acompañarlo.
"Por más difícil que sea la situación, el autor es obligado a encontrar una salida através de la fantasía. Para quien tiene imaginación y le gusta movimentarla, no hay profesión más apasionante que escribir telenovelas"
Sílvio de Abreu
*Torre de Babel enfrentó problemas de audiencia en su primera fase. A partir de la segunda, luego de varios cambios en la trama, se estabilizó. Acabó con un promedio de 42 puntos de rating, uno de los más bajos de la época.
Fuentes: Memória Globo, Sílvio de Abreu - Por Marco Antonio Serano, Teledramaturgia - Por Nilson Xavier, Wikipédia - La enciclopedia libre.
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