Babilonia empezó, pero la novela no (hard)



Eso mismo. Babilonia empezó, pero la novela no. Ningún absurdo. Ya son tres semanas en el aire, pero el gran culebrón no ha dado la cara.

Como en El dueño del mundo (1991) vuelven las luchas de clase al horario estelar y el folletín queda comprometido por un enfoque más digno de una serie o un filme.

La definición de locura es emprender las mismas acciones esperando resultados diferentes y si por eso fuera, Gilberto Braga y equipo, estarían locos al caer en exactamente el mismo bache de años atrás.

Sazonado, para colmo, con una ingrata ‘coincidencia’: Carrusel, aquella que supuestamente le robó show a la novela estelar de la Globo, está de vuelta, por segunda vez en menos de dos años, en versión flamante y actualizada.

¿Puede haber mayor ironía? Sabe Dios. O el diablo. De ‘santo’, don Silvio sólo tiene el apellido y ante la crónica de un fracaso anunciado, nada más natural que jugarse la mejor carta. Ya está escrito... y no precisamente en la Biblia.

Babilonia – título ambiguo que remite a la favela homónima y una sociedad corrupta – es sinónimo de ‘pecado’ para quien ve la vida del modo más estrecho. Un beso lésbico desató el gran escándalo que hoy se sustenta gracias al exceso, aparente, de vileza e injusticia, que a pocos agrada.

La polémica se agudiza, con la reprís de El dueño... en el canal Viva como extraño aviso de todo lo que iba a venir y recordatorio de todo lo que no se debía hacer. Braga, parece, olvidó que según él ‘faltó esperanza’ en su entrega del 91 y que podría reescribir su inicio, sin causar rechazo.

Lo que vemos en pantalla no lo prueba. Babilonia es el Dueño-2015, con los mismos defectos y, por qué no, ‘virtudes’.

El retrato de la sociedad brasileña es tan atinado que asusta. Descarnado, incluso sórdido. Con una realización a la medida, que como mismo calza el discurso crítico, lo hunde: secuencias morosas, lagunas de silencio, fotografía oscura (que se ‘traga’ los fastuosos decorados, reforzando la sensación negativa).

De nada vale haberse ido a Dubái o París (como se fueron a Canadá en el 91, reinaugurando una práctica usual hoy día), para aparecer tres o cuatro veces en los dos episodios iniciales, si el resto deja un sinsabor pesado en la boca. Ya el público no se impresiona con los lujos y busca otro tipo de emoción.

De diálogos y actuaciones, ni vale la pena hablar. ¿Qué se puede esperar de un Braga auténtico, con todas de la ley, en boca de Glória Pires, Fernanda Montenegro o Nathália Timberg? Pero nuevamente la dirección les hace el flaco favor de dejarlos en estado puro, y buscando recalcar su trascendencia, los hacen sosos, sin impacto... (aunque, en apariencia, fueron escritos con la ‘grandilocuencia’ e intencionalidad que el folletín requiere).

Entonces queda claro que no son los evangélicos, ni los fundamentalistas, tampoco es la competencia triste de un Carrusel o de los dogmáticos Diez mandamientos (recién estrenada novela bíblica que parece santa, a pesar de sus bajezas, sólo por ser inspirada en las ‘sagradas escrituras’).

Es la novela misma, en su concepción y puesta en escena, que aleja a un público que puede haber pactado con las desventuras de Carminha (el mejor ejemplo de que la maldad sí rinde), pero que no está dispuesto a tragarse la realidad sin el maquillaje de la mentira y la rimbombancia.

Ayer fue su marca más baja en São Paulo: 23 puntos. Río de Janeiro entrega mejores datos, pero las redes sociales no dejan mentir: hay rechazo. Y fuerte.

En su afán de tejer una intrincada madeja que refleje la iniquidad imperante los autores se han perdido en su propia trampa haciendo énfasis sólo en el lado político de la trama, dejando lo romántico en segundo plano (incluso, cuando la idea es ir cayendo en el amor, a partir de las intrigas sociales, como es costumbre en las obras del autor).

“Regina, una joven laboriosa, presencia un atropellamiento causado por Guto, el hijo de un millonario sin escrúpulos, y es presionada a declarar a favor suyo. A partir del momento en que ella se niega a aceptar las tentativas de soborno se establece el principal conflicto de la historia”.

Un sólo cambio de nombres y estamos en Pátria minha (Vidas cruzadas para el mundo), que en el 94, trajo a la pantalla la secuencia de la saga: ¿vale la pena ser honesto en Brasil?

‘Homenaje’, dice la crítica. Cliché y falta de imaginación los realistas. Los autores no sólo se equivocan en el tono, sino reproducen íntegramente, segmentos de otras tramas que no rindieron buenos resultados.

Los papeles de Vera Fischer y Marieta Severo, ahora le tocan a Adriana Esteves y Glória Pires, respectivamente Inés y Beatriz, la abogada y madrastra de Guto que sería el equivalente distante de Raúl Pellegrinni, el empresario que inculpa a su chofer del crimen por él cometido.



Lo que prometía ser el plato fuerte de la historia, el embate de villanas (que en Imperio no se dio), fue anulado casi de plano, tras el compromiso de ambas, exactamente en el capítulo dos.

Gracias, que la Globo, optó por sustituir a Déborah Evelyn, que tendría su papel número mil como pobre, histérica y ambiciosa. Pero resucitar a Carminha teñida de castaño oscuro fue un acto de evidente oportunismo (a pesar de algunos momentos interesantes que la actriz nos da). Y cuando la Globo juega al seguro, generalmente, no da en el blanco…

Las diferencias son apenas cosméticas. Incluso la favela – la única novedad formal – debe ser exigencia de la producción, no necesidad creativa, porque Braga nunca había ‘caído tan bajo’, mejor dicho ‘subido el morro’. Y no es siquiera la elevación de João Ximenes a la categoría de autor, lo que lo justifica.

Hay que aprovechar la favela escenográfica construida en tiempos de Dos caras – creada para emular Vidas opuestas de la Record – en otras tramas. La guerrera, y las venideras I love Paraisópolis + Favela chique son la mejor prueba. Nadie piense que la ‘clase C’ llegó a las ‘comunidades’ o la consciencia a la Globo.

Una protagonista ‘color Brasil’ podría ser otra diferencia... pero el tiro les salió por la culata. La identificación directa – del contingente de ‘batalladoras’ del país – falló y Regina viene enfrentando el mismo rechazo de su clon Morena, la ‘guerrera’ de Salve Jorge, por mulata, por pobre, por chusma y por no ser digna de un galán blanco, como Thiago Fragoso (no lo dirán abiertamente, pero el mismo contingente que no digirió la Helena de Vivir la vida y la Isabel de Lado a lado, le hace el feo al personaje de la Pitanga, cuyo carisma no ha bastado para superar el mayúsculo prejuicio y un personaje demasiado panfletario y burdo).

Dicen que falta química entre los protagonistas (¡nuevamente! pero Fragoso y Pitanga hacen mejor pareja que Eriberto Leão con Paolla de Oliveira... qué decir de Alessandra Negrini y Fábio Assunção).

Eso sí, se nota la ausencia de grandes romances. El único que compite con la categoría, está marcado por la marginalidad. Murilo (Bruno Gagliasso) es un chulo que se enamora de Alice (Sophie Charlotte) con la doble intención de comerse la manzana y sacarle la ganancia.

Viene perfilándose uno entre Rafael (Chay Suede) e Laís (Luísa Arraes), algo parecido al de Camila y Mateo en Paraíso tropical, pero con circunstancias diversas.

Hasta ahora, la relación más cálida es la de Estela y Teresa, tal como pasó en Torre de Babel (!) de 1998. Pero no volarán por los aires como pasó con los personajes conflictivos de entonces. Aunque sí habrá ajustes, según vienen informando los medios en días recientes.

No queda otra, la novela principal dela Globo, en el aniversario 50 de la misma, tiene la única misión posible: recuperar el liderazgo… el absoluto. El relativo aún lo tiene. Con diez puntos de ventaja. Pero nunca se sabe.  En tiempos en que las telenovelas proponen tres modelos de civilización: Carrusel/ 10 mandamientos/ Babilonia – banalidad/ dogmatismo y trascendencia, a partir de la mirada crítica sobre nosotros mismos – todo puede suceder.



PS. La culpa casi nunca es del público… incluso con toda su incomprensión y atraso.

9 comentarios

  1. Que bien que regresaron!

    Ahora, entremos en materia: Babilonia no es para nada una mala novela, lo que pasa es que no la saben presentar al publico en general, es oscura, angustiante, cruda. Gilberto Braga debería tener claro que el negocio es hacer tv y no cine, al brasileño no le gusta verse así tan reflejado en la pantalla, eso creo que solo se ve en colombia (las narconovelas son mucho mas crudas y sórdidas y funcionan).

    Pareciera que el autor quisiera autoboicotearse; en una misma novela poner una pareja lésbica de la tercera edad, la hija que abofetea a su madre y que después sera prostituida por su novio, remasterizar a Doña Rodete y para acabar ¿NINFOMANA? Osea, el tipo creyó que estaba haciendo una miniserie o que era la próxima novela de las 11? Es demaciado para la audiencia brasileña, que yo creí que era mas abierta y descomplicada . Recuerdo cuando aquí en Colombia se estreno la novela biográfica de Pablo Escobar(el peor narcotraficante de la historia) cierto grupos religiosos y políticos animaban a la gente para verla, pues así lograríamos hacer como una especie de 'catarsis' y autodescubrirnos como sociedad, pero eso es otro tema. Saludos a todos!

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  2. Con todos sus defectos, Babilonia es la mejor "novela das 9" de los últimos años. No hay diálogos que lastiman los oídos o escenas demasiado absurdas. Incluso en la monotonía, la rutina de los personajes es interesante porque todos tienen sus conflictos y sus deseos, pero el clímax tarda en llegar.

    Sólo un núcleo me aburre, el de Gabriel Braga Nunes. No tiene gracia y es totalmente ajenos a la trama principal.

    El error de los tres autores es que ellos no pueden hacer la audiencia animar para los personajes. Regina es una tonta, santa que necesita ser llevada a la cama borracha. Todo lo malo que sucede en su vida parece ser su propia culpa.

    El principal plot de Regina es la muerte de su padre, pero el tipo era tan desagradable, como un empleado, amante, marido y padre, que no no hay manera de que el público simpatice con ella.

    Inês debería ser la heroína de la novela, o tal vez Beatriz, no alguien que está tan distante del resto de la trama. Regina y Paula podrían fácilmente ser el mismo personaje. A mí, por ahora, me gusta más la segunda.

    La duración de los capítulos de las telenovelas de Globo es muy larga. 60 minutos sin anuncios!

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  3. La historia se repite: fuera la heroína negra, entra la heroína blanca, para alegría general del pueblo brasileño. Alice puede asumir puesto de protagonista y relegar a Regina. Esa es la solución que encontraron en la Globo o los autores. Ya hablamos del asunto en esta y la otra crítica.

    Vivir la vida, tuvo idéntica salida... o sea, ni favelada, ni mulata, ni chusma... tiene que ser clase media con chances de crecer en la vida.

    A propósito, hace tiempo no hay novela con protagonista pobre que se vuelve rica. La última de la especie fue Pereirão y vean el éxito que tuvo. Luana, vuelve a tenerlo. La gente lo que quiere es una Cenicienta.

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  4. Babilonia es una boa novela!! por supuesto tiene sus errores, y creo que esta crítica es la más acertada de las que he leído en reconocerlos y explicarlos, pero aún así es ficción, no entiendo el enfasis de los br en criticar la maldad excesiva de la novela, y que es pesada??...es una historia, es ficción...(Tropa Elite creo que fue sucesso en los cines y más negra perspectiva del Br, que esa no creo que ninguna novela pueda plantear!,y sin embargo la gente fue a verla) además...el momento de las criticas no entiendo porque ahora se critica lo q se critica...nadie creyó que AB era terrible ejemplo para la familia brasileña al mostrar una mujer abandonar una niña en un basurero?, ni tampoco se sintió horrorizada por los problemas de la flia Koury, donde el hermano malvado arroja a la hija de Paloma al basurero, el padre era infiel y padre de su propio nieto, además de antes ser el amante de su nuera, y hace pasar a la hija q tuvo con su amante como adoptiva???!!!! claro todo bien porque era ficción, novela, folletín! entonces porque ahora se horrorizan...por la manera q Braga presenta todo, x el contenido social q choca? puede ser por la forma en como se presentó todo, todo de golpe, sin lugar a mostrar ls motivaciones de los personjes (la venganza de Inés, los traumas q creo tendrá Beatriz?)...o no sé cual sea exactamente la conjunción de elementos que lleva a la audiencia a criticar temáticas, personjes e historias de una novela si y de otras no, pero creo que el foco de las críticas es absurdo (me refiero a lo que la gente en br opina de la novela).
    Por otro lado, es increíble que en lugar de mejorar la escritura y perfil del personaje protagonico Regina, se intente realzar a otro!! los autores perdieron hace mucho la capacidad de escribir mocinhas, y el público que gustó demasiado de personajes maléficos (Félix por lo caricaturesco y Carminha creo q en cierto grado por lo mismo) ahora reclama...de los villanos, a estos q menciono los motivaba la ambición y el dinero, igual q a Beatriz, solo q pareciera q ella no tiene una meta definida.
    Hace rato que los autores, no pueden dar vida a una protagonista, que sea buena, se equivoque y sea atractiva para la audiencia, pero creo q aquí el problema es que Regina larga el discurso social y de lucha a cada rato que algo surge, no hay equilibrio, se enoja y bardea en seguida, lo peor es que no tienen sentido algunas escenas de la pareja, por ejemplo, mujer orgullosa como es, se siente engañada...y en lugar de reclamar con altura, se manda con un pobre de mí otra vez engañada delante del tipo q supuestamente cree la engañó...no da.
    Lo que falta, a mi humilde entender es el hilo conductor, se demoró en explicitar eso, cual es? la venganza de Inés? porque Regina no busca justicia x su padre, debiera ser el amor imposible entre los protagonistas...solo q también demoró en ocurrir, falta encanto a los dos protagonistas porq hasta ahora sus escenas son de equivocos y rechazo absoluto de la mocinha...
    Aún así, es buena novela, mucho mejor q Imperio y En familia, pero le falta atractivos para enganchar al público.

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    1. Disculpa, sólo ahora vi el comentario. Vengo revisando diariamente este apartado, pero no me mostraba comentarios a moderar. Para mí, amén de los obvios 'errores' de guión, la dirección es la que hundió todo eso. El otro día vi una película de los 80 y era el mismo 'vacío' que siento en las escenas de Babilonia. Según una pesquisa, Regina estaba entre los 'favoritos' del público, pero cada vez que ponen algo de ella en el FB de la Globo, son comentarios y más comentarios contra el personaje y la actriz. La unanimidad positiva de Sophie Charlotte es muy contrastante. Incluso con Fernanda Montenegro, que de 100 comentarios, tenía 90 positivos (a pesar de tener un papel 'ingrato').

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    2. Hola Novoluar!!! tienes razón, ni en IC (bajo la dirección de Denis Cavalho también) estaba así la cosa!!! pasaron unas semanas para saber algo, conocer sobre la venganza de Inés! allí tendría que haber empezado la historia y no en la fiesta donde graba a Beatriz con el chofer, curioso que diga esto, pero para lo que quisieron contar le faltó una fase a la novela, porque así todo hubiera tenido más sentido! Una con las villanas adolescentes dando inicio a esa relación medio enfermiza, y el inicio del amor entre Teresa y la madre de Beatriz, dejando todo por amor a otra mujer y como eso afectó a la malvada, en fin se me ocurre, que una semanita así (y eso que no me gustan mucho las fases tipo EF) que explicara lo que iba a venir hubiera encaminado mejor la historia y al público, a no exagerar con lo antihomofóbico!!!

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    3. Sobre Regina, criticar a la mocinha parece deporte nacional!!!, pero me parece a mí, que la cuestión pasa por los autores y por el público que no sabe lo que quiere y critica por criticar a la mocinha de turno!
      Repensando a las últimas mocinhas de las 9, todo lo criticable y pesado de ellas venía justamente de la propia mano de los autores y no tanto de las actrices que las interpretan, aunque estas finalmente terminaran cargando con la culpa de personajes poco atractivos y dificiles de defender.
      Por ejemplo Paloma de AaV, estaba embebida en la horrorosa manía de WC de darle el don del perdón fácil para todo, ultra buena, inclusive para lo imperdonable, con dialogos repetitivos en muchas faces de la novela y el colmo eterno!! que no quisiera vengarse o meter preso al hermano!!! La de EF no la soporté porque no soportaba la novela! pero el rechazo vino del hecho bizarro d que Luiza quisiera al tipo que intentó matar al padre!!! entre otras cosas y Leal para mí fue la mocinha inexistente, sin... nada, gracias a Aguinaldo que volcó todo en el comendador...y de Regina es la agresividad excesiva, no dosificada y porque sale a cada rato repartiendo tiros sociales y hablando de su vida dura, lo que le quita encanto, cualidad indespensable para una mocinha, quizá en lo único que este fallando la actriz es en el tono tan duro o poco carismático del personaje, pero como en cada personaje que enumeré, las fallas centrales criticables vienen de la propia historia del personaje, es decir de la pluma del autor/autores, es algo inherente al personaje que la actriz debe cargar quiera o no quiera, porque ya está escrito así.
      Concluyo de nuevo en lo mismo, los autores ya no saben escribir mocinhas,y Braga no es la excepción de Marina a Regina, salvando las distancia de clase, no supo/sabe darle un contenido al personaje principal, lo peor no sabe expresar ese contenido a través de escenas que logren contar el personaje sin tener la obligación de ser didacticos u obvio para desarrollarlo. En el caso de Marina de IC Braga se centraba en el desenvolvimiento profesional al inicio para decir algo, ahora con Regina en lo de mujer batalladora de favela, pero no logra crear este personaje sino a través de los monólogos del propio personaje y no contando su historia.

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    4. Pues a mí me pareció bien el comienzo María. Lo otro, sería masticar demasiado la historia, posponer AÚN MÁS los clímax (concebidos para el cap. 80) e incluso volverla más sórdida. ¿Te imaginas, si con un beso se destruyó la familia brasileña, cómo sería con un padre pedófilo?

      La idea de resumir en un capítulo, todos los antecedentes de esta fase, fue lo mejor. Los antecedentes de la rivalidad - aunque alguien los reclamó - no aportaban nada a la trama.

      Porque ni Beatriz tiene trauma que la madre sea lesbiana (ella es liberal, ninfómana, ¿qué le puede escandalizar a ella cuando es ella la que 'escandaliza' a todos? más cuando la idea es mostrar una relación armónica, madura que puede enfrentar incomprensión, no la incomprensión que genera uno al adoptar una decisión polémica... esto es un hecho, lo otro sería una posibilidad, no sé si me sigues).

      Tampoco lo que se dijo justifica más o menos el odio de Inés. Sí, está bien... el padre, el amor, la nota... pero sigue siendo menos concreto que el problema Nina-Carmina.

      ¡Cuánta gente te cae mal! Incluso le sientes envidia (blanca, roja, negra, de cualquier color). Y no tiene que haber un caso criminal de fondo.

      De ir mejor en los ratings, el 'misterio' de Inés (si es que alguna vez existió), se administraría, hasta soltarlo en algún capítulo climático, allá por la semana mil...

      Pero como te dije en el otro comentario, la vida les dio la bofetada sin mano y obligó a los autores a alterar sus concepciones ya caducas.

      Pensar que le escribí a João Ximenes Braga por el FB pidiéndoles que no dilataran taaaanto la novela y el tipo - como era de esperar, ni leyó el mensaje - así que mi 'venganza', está consumada, jajaja...

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    5. Algo que no consigo entender es cómo estos autores, todos millonarios, todos 'exitosos', todos 'realizados' (vamos a pensar que sí), no consiguen escribir una cosa edificante.

      No digo novelas sin maldades. Novela sin maldad no es novela. Digo heroínas simpáticas, grandes amores, grandes escenas de amor...

      Para escribirlo, eso hay que sentirlo y sobre todo NECESITARLO. Y parece que ellos ya ni sienten, ni padecen.

      Dicen que el dinero corrompe, y es seguro que todos ellos perdieron el contacto y la experiencia del cotidiano, con lo cual se vuelve casi imposible conectarse con la emoción de un espectador promedio.

      Ni Aguinaldo Silva (el más brasileño y popular, incluso populachero - BRB, aunque se comunique mejor, es un autor rural, no brasileño).

      Qué decir de un Gilberto Braga, que con todos los años de 'éxitos' y dinero, sigue con el trauma de la pobreza (tanto que se le sale por los poros).

      Parece que esa era su ansia: volverse rico a cualquier precio y despreciar la vulgaridad innata de la gente simple. Por eso piensa que el pobre respira ambición y transpira feura.

      No digo que el retrato no sea fiel. La sociedad es así. Y Babilonia es más que orgánica en ese aspecto. Lo mejor desde el 91.

      Pero hoy en día, este sibarita, viajado, estudiado, con un amor de 40 años, debía regodearse un poco más en esas mismas cosas que a él tanto le agrada disfrutar...

      ¿Por qué si a él le gusta la buena vida pensar que al pobre no le iba a gustar un poco a 'buenas emociones'?

      En eso Janete Clair estaba clara: a la gente no le gusta sufrir. Y aunque el sufrimiento sea materia prima del folletín, esta mujer PLENA (amor, familia, éxito), nunca dejó de poner la marca de su plenitud en lo que escribía.

      Tal vez por eso fue tan temprano: porque lo tuvo todo ¿no?

      La telenovela es un género de esperanza. De aspiraciones. Y Babilonia no presenta ninguna.

      PS. Otro problema es el aumento del repertorio y esa necesidad de siempre recibir el visto bueno de una crítica desfasada, que juzga el producto por su potencial social, no por sus calidades formales.

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