El éxito conduce al fracaso

Una de cal y otra de arena…

El éxito conduce al fracaso. Rara fórmula, pero al parecer real, cuando vemos cómo autores consagrados en una novela, fallan en la siguiente, de forma estrepitosa. La mala repercusión de A regra do jogo, de João Emanoel Carneiro nos recordó algunos fenómenos de audiencia y los descalabros que los siguieron:

Vale todo – 1988-89

 El dueño del mundo – 1991

Consagrado en Vale todo, Gilberto Braga, vio sus glorias en el piso, dos años más tarde. Sofisticada y cruda, El dueño del mundo, significó el mayor revés de su carrera. 48 puntos no se comparan con los 68 que obtuvo en la anterior. Aquí, Braga, conjugó los mismos elementos de la otra, de forma más directa y descarnada y tuvo que enfrentar la competencia de la trama mexicana Carrusel. El mismo público que aplaudió la osadía y sinceridad de Vale todo, rechazó la falta de esperanza de El dueño… probando, además, la vigencia del machismo y el tabú de la virginidad.

La próxima víctima – 1995
Torre de Babel – 1998

Un caos, como su propio título indica, fue Torre de Babel para la Globo. Mimado por el éxito en el 95, Silvio de Abreu, quiso ser más duro y competir de tú a tú con los programas escabrosos de auditorio y cayó profundo. Si bien La próxima víctima enfrentó similar rechazo en su estreno, a Torre de Babel le costó más afianzarse en los ratings. Fue preciso desterrar toda la polémica (incluyendo a un drogadicto y par de lesbianas) en esa histórica explosión del shopping-center (foto). Grupos de activismo moral se pusieron en pie de guerra contra la trama que consideraron indecente y fue objeto de múltiples denuncias. Con todo, logró imponerse y registrar 46 puntos, 6 menos que su antecesora, considerada hoy un clásico de televisión brasileña.

La indomable – 1997
Suave veneno – 1999

‘Señor 60 puntos’, fue el apodo que ganó Aguinaldo Silva, durante la emisión de La indomable. Su primera trama ‘realista’ desde 1987 fue un terrible fiasco que él querría olvidar. Fui mercenario, afirmó él, la Globo me ofreció mucho dinero y la escribí. Suave veneno, vino a cubrir el hueco dejado por Escándalo, que sería el estreno de Miguel Falabela en el horario estelar.  Años después volvería maquillada en Imperio.

Terra nostra – 1999-2000
Terra Speranza – 2002

Tras una experiencia fallida, la Globo quería un hit. Por eso no escatimó recursos en Terra nostra. Benedito Ruy Barbosa acertó en el principio, pero se perdió del capítulo 30 en adelante. Y eso se hizo sentir en la audiencia: 45 puntos de promedio. Aun así, Terra nostra fue un mayúsculo éxito de ventas y de recepción internacional. Natural que la Globo, adelantara su regreso y tras El clon lo pusiera en la parilla. Pero en la TV no existen fórmulas. Esperanza fue apodada Semejanza y logró superar a Suave veneno en el título de peor audiencia de las Ocho.

El clavel y la rosa – 1999
A padroeira – 2001

De estreno en la Globo Walcyr Carrasco logró recuperar el horario de las Seis. Ligero y sin pretensiones, se impuso el autor de Xica, con una adaptación de La fierecilla domada (y dos novelas de Ivani Ribeiro). Creada para aplacar la insatisfacción de la Iglesia A padroeira no tuvo buena acogida. Demasiado oscura y antigua, contrastaba mucho con la elegancia y el encanto de los años 20. Los milagros de Nuestra Señora Aparecida no eran suficientes para captar la atención del público. Sin contar que su pareja estelar no tenía el carisma.


Por el camino, con ayuda del director Walter Avacini, el escritor hizo ajustes que la sacaron ligeramente del bache. Pero esta historia estaba condenada al olvido, incluso con la introducción de Susana Vieira. Tanto que ni siquiera se exportó. El clavel y la rosa, fue un éxito de audiencias en Portugal y Perú, donde logró equiparar a El clon que se emitía por las noches.

El clon, América, India – 2001, 2005, 2009
La guerrera – 2012-2013

Una década de éxitos cerró con la masacre de la prensa y el público, magnificada por la incidencia de la web. La guerrera (Salve Jorge) penó en los ratings, tras la repercusión de Avenida Brasil. A lo que se sumaba un boicot presuntamente religioso, que no escondía más que un desleal mecanismo de competencia, articulado por la Record y su matriz, la Iglesia Universal. Para una autora que siempre logró salir invicta, enfrentar el mar de críticas ácidas y no siempre atinadas fue un verdadero reto. Al parecer la vida le cobró los puntos de más que le dio en América e India.

Señora del destino – 2004
Dos caras – 2007

Luego de marcar el mayor promedio de los 2000 con 50 puntos, Silva, se degradó con Dos caras, la novela de Juvenal Antena. Su idea de invertir Señora del destino, funcionó mal, ante un híbrido insoportable que pretendía presentar las ‘dos caras’ de la sociedad brasileña. Un proyecto oportunista, ideado para responder al éxito de Vidas opuestas en la Record, careció de la frescura que todo formulismo implica y se desgastó por el camino dada su falta de encanto y los muchos pies forzados. La primera favela en horario estelar sería el anuncio de otros naufragios motivados por una razón idéntica (La guerrera, Babilonia y Las reglas del juego).

Alma gemela – 2005
Siete pecados – 2007

Nuevamente Walcyr Carrasco provó su pericia en el horario de las Seis con una telenovela que combinó romanticismo y mística. Acostumbrado a un lenguaje de tramas pueblerinas, con un toque fuerte de comedia, el autor no pudo superarse en Siete pecados, su promoción al horario de las Siete. Una historia gastada, mal amarrada y con problemas de elenco, pasó las de Caín para conquistar al público. El simplismo color de rosa no le trabajó aquí, hasta que se acomodó al lenguaje del espacio, el más difícil, según definición de la mayoría de los autores.

Belíssima – 2005 – 06
Passione – 2010 

Más oportunismo y fórmulas. Belíssima fue una novela con un éxito sostenido y no siempre justificado. Largas ‘barrigas’, matizadas por el glamur y las culturas del Mediterráneo, no impidieron que el espectador se aficionara a sus peripecias, cosa que no se repitió en Passione. Nuevamente, de Abreu, se escudó en los dicharachos y el ardor toscano, con un argumento soso y repetitivo. Poco convincente era la madre cuasi octogenaria en busca de su hijo cincuentón. Creada a la medida de sus actores favoritos Passione dio escasos 36 puntos (bajo aún en época de crisis). Belíssima la superó en ¡12! Otra vez, el equilibrio universal, quitándole lo que le dio en exceso en la otra.   


Detalle, el episodio uno de Belíssima recuerda mucho al de Torre de Babel, también iniciado con una inauguración fastuosa.

Avenida Brasil – 2012
Las reglas del juego – 2015-16 

Elevado a la categoría de ‘genio dramatúrgico’, João Emanoel Carneiro probó el polvo de la derrota con la actual Regla del juego. Aferrado a un estilo sombrío y redundante, el autor de Avenida Brasil, no supo reproducir su éxito, queriendo repetir la misma fórmula. Le pasó como a Gilberto, Aguinaldo y Silvio, que tras una novela más convencional, se puso sórdido para probar(se) que puede ir más allá de lo meramente comercial. Y no le dio la cuenta.

La conclusión que se puede sacar es que cuando el oportunismo y la vanidad se dan la mano, las novelas suelen fracasar. Entre el deseo de clonar los éxitos previos y demostrar una mayor profundidad narrativa anda la cosa. Los autores reciben encargos o carta blanca. Y en ambos casos fallan.